La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El Puentón

Caos de tráfico en Covadonga

La necesidad de tomar medidas en los Picos

A Rodrigo Suárez Robledano le han hecho pagar la retahíla de problemas que asola desde hace años al parque nacional de los Picos al cesarle como codirector de la vertiente asturiana. La gota que colmó el vaso quizás haya sido el caos del pasado puente festivo de Todos los Santos con cientos de vehículos atrapados en las inmediaciones del santuario mariano de Covadonga dando una imagen deplorable, en cuanto a previsión ante esas señaladas fechas, en las mismísimas puertas de la "cuna" de la Reconquista. No era de extrañar ese cese, para nada. Sólo un apunte: lo acontecido el pasado 3-N fue de vergüenza ajena.

Ahora bien, no quiero ni pensar lo que ocurrirá cuando se estrenen las controvertidas barreras automatizadas en la glorieta de El Peregrino, con lectura de matrícula, para poder acceder a la carreterita que lleva al área de servicio de Buferrera. Muchos, me temo, harán caso omiso a los paneles disuasorios con los que se irán topando camino del real sitio y, una vez en Covadonga, volverá a ser el caos a modo de ralentizaciones y caravanas. Tiempo al tiempo, por mucho que el nuevo codirector que nombren traiga una varita mágica bajo el brazo. Los experimentos, con gaseosa. Y eso que hablamos del centro turístico y religioso, por excelencia, del norte de España.

La solución al problema del real sitio de Covadonga, en cuanto a ordenación circulatoria en jornadas de gran afluencia, pasa por rescatar la finca de Les Llanes, donde se tiraron al río nada menos que 500 millones de las antiguas pesetas. Ahí, en esa parcela de terreno, debería habilitarse un mínimo de 400 plazas de aparcamiento y operar con un servicio público de lanzaderas a la explanada alta del santuario. Ya es hora de que se apuesta por la peatonalización, salvo casos excepcionales. Quien pretenda subir a Covadonga tiene que acostumbrarse a utilizar ese parking, en el supuesto de que alguien de la Administración acepte la sugerencia.

No tiene sentido mirar hacia otro lado y seguir con la cantinela de acceder hasta las inmediaciones de la explanada de la basílica en coche; en tanto, por detrás, siguen arribando automóviles por decenas para, una vez en la pequeña rotonda de la Escolanía y dado que no hay plazas libres para aparcar, "invitarles" a girar y poner dirección hacia la parte baja del santuario para dar con algún que otro hueco o bien largarse de la zona con muy malas pulgas hacia otros destinos turísticos. Señores gestores, cuando no existe posibilidad de estacionar en la parte alta de Covadonga hay que cortar el flujo automovilístico y evitar caravanas sinsentido, primero, en la rotonda de El Peregrino y si el asunto se pone chungo pues, hacerlo igualmente en la anterior glorieta, en El Repelao. ¿Medidas antipopulares? No, más bien sensatas y realistas.

De la misma manera que se ejecutaron parkings ecológicos en Muñigu-Llerices, también se puede hacer ese tipo de actuación en la finca de Les Llanes. Y la urgente y necesaria rehabilitación de la casona solariega lo dejo para aquellos que piensan diferente. Aún más, incluso debería acondicionarse una senda peatonal que una la susodicha finca y los consiguientes aparcamientos con la parte posterior de la Escolanía. Vamos, un pequeño paseo. ¿Se creen que la inversión sería brutal? Pues no. Hay que agarrar el toro por los cuernos y dejarse de más dilaciones. Les Llanes debe ser zona de parking público y punto de partida de lanzaderas (Taxitur, taxistas independientes,?) a Covadonga.

Dicho esto, para nada interfiere esa posible solución al operativo del Plan de Transporte a los Lagos, con sus parkings adscritos y demás servicios públicos. Una cosa es ir a Los lagos en bus y otra visitar el santuario de Covadonga. Basta de marear la perdiz ya que el "sueño" del tren de cremallera se quedará en eso, en un espejismo, dada la falta de sintonía política para batallar por esa infraestructura. Tan solo un aviso a navegantes: nuestra Alcoa -con todo el respeto hacia los trabajadores de esa factoría avilesina-, al menos para quienes vivimos en esta comarca del suroriente, es el santuario de Covadonga y el parque nacional de los Picos de Europa. Luchemos antes de que sea demasiado tarde.

Compartir el artículo

stats