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El centenario de la emigración

Ribadedeva y la oportunidad de homenajear a sus indianos en el centenario de la muerte de Íñigo Noriega

Siendo alcalde del municipio de Ribadedeva D. Francisco Sánchez Escalante, muy a finales del siglo XIX, ocurrió que en una ocasión fue a visitar a Oviedo al gobernador de entonces, un tal Sr. Rivas Moreno. Después de esperar un rato, finalmente le recibió y, cansado de atender primero a otros alcaldes que se habían hartado de pedir para cada uno de sus respectivos concejos, le dijo: "¿Y el señor alcalde de Ribadedeva no pide algo?". El Sr. Sánchez, conocido por su gran humor y teniendo la convicción de que el municipio que representaba poco debía a la política sino más bien al altruismo de sus hijos afortunados de América, contestó con ironía: "No, señor gobernador; Ribadedeva no necesita nada; si algo pide es justicia".

Fue D. Francisco Sánchez Escalante socio fundador del almacén de tejidos "La Fortuna" de Santiago de Cuba y contrajo matrimonio con la sobrina del arzobispo de La Habana, Dª. Paula Villaverde. En su negocio le sucedieron también sus hermanos Víctor (conocido popularmente como "el Sordo") y Eduardo (a quien se debe la construcción de la casa célebre por la serie de televisión "La Señora"), siendo estos también otros dos de los indianos retornados con éxito de la emigración.

Gracias a esta familia Sánchez Escalante y a otros tantos más, como los hermanos D. Manuel y D. Luis Ibáñez Posada, el primero Conde de Ribadedeva, o D. Íñigo Noriega Mendoza y sus sobrinos D. Íñigo y D. Remigio Noriega Laso, sin olvidarnos tampoco del propio Ulpiano Cuervo, creador de un hospital para pobres en Colombres, proyecto que aún pervive como residencia de ancianos, Ribadedeva progresó de una forma evidente. Todos estos emigrantes, a su vuelta del otro lado del mundo, construyeron casas suntuosas para dejar patente su éxito vital, edificios que embellecieron todos los pueblos del concejo, pero también iniciaron muchas obras altruistas con objeto de mejorar la vida de sus congéneres y fomentar el progreso en sus lugares de origen.

Edificios indianos de inusual belleza existen por toda Asturias, pero en Colombres la concentración de este tipo de inmuebles, a la que se acompañan además espacios urbanos igualmente realizados con capital indiano, resulta especialmente importante, y de ahí que en el año 2013 el casco histórico de la capital de Ribadedeva se declarara bien de interés cultural.

Nuestro pasado migratorio, una autentica sangría social durante algunos concretos años de la historia, está siempre muy presente en todos aquellos que estamos al frente de la institución municipal y en toda la sociedad local en su conjunto, en la que, posiblemente, no haya una sola familia que no cuente con emigrados entre sus antepasados. Esa especial sensibilidad por este fenómeno se deja sentir en muchas de las iniciativas que aquí se emprenden: el constante interés por impulsar la Feria de Indianos, la creación del Censo de Emigrantes -iniciativa innovadora en España-, o la fundación de la Asociación de Municipios Indianos del Cantábrico son un ejemplo de ello.

De entre los indianos originarios de Ribadedeva, D. Íñigo Noriega Laso fue uno de los más fuertes, prósperos e influyentes. Emigró con 14 años a México y a su vuelta construyó la Quinta Guadalupe, actualmente sede del Archivo de Indianos-Museo de la Emigración. A él se debe también la creación de la escuela de Comercio de Colombres, inaugurada en el año 1908 con la concurrencia de 21 alumnos que daban cálculo mercantil, teneduría de libros, gramática castellana, aritmética, geografía, lectura y caligrafía. La última referencia que se tiene de tal institución es de una década después, cuando se anunció la reapertura de las clases al desaparecer una epidemia de gripe que asoló Ribadedeva.

D. Íñigo Noriega Laso falleció en el año 1920, cumpliéndose el próximo año 2020 el centenario de su fallecimiento, y dicha persona es tan representativa que dicho centenario es una oportunidad única para poner en valor ya no solo a su persona, ni a ese colectivo conocido como indianos en particular, sino a todos los emigrantes en general, a los que volvieron y a los que no lo hicieron. Y es que éste puede considerarse por tanto el centenario de la emigración. En Ribadedeva así lo haremos y reivindicando de nuevo, una vez más, la capitalidad indiana de Asturias, organizaremos un sinfín de actividades en conmemoración de esta efeméride con un acto oficial principal. Recordar a nuestros indianos altruistas y a nuestros emigrantes resulta de justicia y, tal y como le dijo quien fuera alcalde de Ribadedeva al gobernador de Asturias a finales del siglo XIX: "Ribadedeva si algo pide es justicia".

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