A día de hoy desconozco los programas electorales con los cuales se van a presentar las distintas formaciones políticas en los inminentes comicios municipales. Posiblemente aún esté en fase de elaboración, como en otros muchos concejos del suroriente astur, cociendo a fuego lento, para tratar de darle el punto óptimo antes de ponerlo en la calle y así ganarse la confianza de los indecisos, los cuales podrían llegar a inclinar la balanza hacia uno u otro lado, a tenor de lo que prometan los aspirantes a sentarse en el sillón de la Alcaldía. Todo a su debido tiempo, no vaya ser que se copie algún proyecto "estrella" y eche abajo las expectativas de movilizar a la gente.
Aprovechando el filón turístico que tiene nuestra comarca del oriente de Asturias, llevo un tiempo dándole vueltas a la cabeza sobre un tema candente, quizás espinoso y controvertido, referido a la villa de Arriondas.
Me refiero a la conocida Plaza del Cañón, en pleno centro urbano de la capital parraguesa, santo y seña de la localidad. Un sitio con mucho encanto pero que, en mi opinión, necesita de una atrevida actuación que conllevaría un más que sustancial cambio en el modo de vida de la vecindad. La sugerencia puede levantar ampollas, no lo niego entre los más reacios.
La propuesta iría encaminada a peatonalizar de una vez por todas ese singular espacio de Arriondas, donde se asienta la Casa Consistorial, entre otros servicios públicos. Para ello, y permítanme la intromisión, convocaría un concurso de ideas al que invitaría a algunos de los mejores profesionales urbanistas -arquitectos- del país.
No se trata de un mero brindis al sol, sino de ofrecer al vecindario, a los visitantes, al turista en general, una zona céntrica y peatonal, a la vez que encantadora, para deleite y disfrute, en pleno corazón de la urbe. ¿Y qué hacer con los coches que allí estacionan cotidianamente? Pues, buscarles otras alternativas, que las hay.
Escribir o sugerir cambios atrevidos en puntos singulares de las villas o ciudades es, para algunos vecinos, como mentar al diablo. Les resulta tarea ardua difícil pensar un poquito más allá de lo que están acostumbrados en su rutina diaria. Puedo estar equivocado, pero es una sugerencia que vengo defendiendo desde hace tiempo. Eso sí, no exenta de polémica. Y es que, como dice el refrán, nunca llueve a gusto de todos. Por cierto, entrando en materia, la peatonalización de la Plaza del Cañón, conllevaría igualmente a las calles colindantes, es decir, las que bordean el Ayuntamiento, Casa de Cultura y Centro de Salud. ¿A ningún político se le ocurrió esa proposición? Les invito a todos y todas a que la hagan suya. Nada que perder y sí mucho que ganar.
Antes aludía al tema de los aparcamientos que podrían llegar a suprimirse de salir adelante la propuesta de peatonalización de la Plaza del Cañón. Pues bien, ¿no sería una buena oportunidad rescatar el estudio o anteproyecto para construir un amplio estacionamiento subterráneo en el otrora parque municipal de La Llera? ¿Aceptarían los vecinos parragueses una infraestructura de ese calado en ese céntrico espacio de ocio de la villa parraguesa? Creo que, y es mi modesta opinión, Arriondas ganaría mucho con esos profundos cambios urbanísticos. Siempre para mejor. Insisto, la polémica está servida. A lo mejor alguien coge el guante y se anima a incluirla en uno o varios programas electorales. Se admiten apuestas.
