Sin ánimo de polemizar, creo que la ciudad de Cangas de Onís debería plantearse a corto plazo poner en marcha un tren turístico, con carácter eminentemente urbano, similar al que prestó servicios este fin de semana con motivo de la tercera edición del Concurso-exposición del caballo, por cierto, saldado con gran éxito de participación (más de centenar y medio de ejemplares de tiro, silla, raza española y pura raza árabe, así como de público, tanto en las sesiones de la mañana como de la tarde). Un puntazo, sin duda, que encandiló tanto a mayores como a peques. Todo fueron elogios y hay que contarlo, pese a quien pese.
Dicho esto, y sin menospreciar los paseos en xarré, el equipo de gobierno municipal que salga de las urnas tiene que tomarse en serio esa posibilidad de ofertar al turista un atractivo a lo largo de la temporada veraniega -podríamos barajar, a modo de ejemplo, del 15 de julio al 8 de septiembre-, como bien pudiera ser ese trenecito que tanto éxito cosechó estos días por la vieja capital del Reino de Asturias acercando a ciudadanos y visitantes al mercado comarcal, con salida desde la Plaza Camila Beceña, previo paso por los aledaños del puente romano, recorriendo la principal arteria de la urbe canguesa: la Avenida de Covadonga, rumbo a "Gallinares", sede del mercado comarcal de ganados de Cangas de Onís.
Para nada de trata de copiar modelos que llevan años rodando por otras villas marineras, ya que años atrás se implantó apenas unas fechas, a raíz de la celebración de las fiestas patronales de San Antoniu. Pero, insisto, me parece que no sería nada descabellado abogar de nuevo por ese tipo de entretenimiento, enlazando lugares singulares como el barrio de Contranquil e incluso Llueves -monumento a Favila-, con los aledaños de la Plazoleta del puente "romano", sin olvidar la avenida de Castilla o carretera de Cañu, ni mucho menos la subida a Cangues d'Arriba para bajar por el barrio de la Concepción o el Cascayu. Eso con un punto de partida que bien podría ser la Plaza Camila Beceña, con cuatro paradas o más en su largo itinerario.
Desconozco cuál sería el sistema de contratación y su costo, pero no me cansaré de reivindicarlo, sería digno de tener en cuenta. Cangas de Onís hace algún tiempo que disfruta de un gran tirón, con infinidad de actividades de diversa índole a lo largo de todos los meses del año. Por ello, aprovechando que está de moda la vieja capital del Reino de Asturias, toca dar un pasito más hacia adelante para buscar novedosos atractivos, en este caso concreto nada contaminantes y que, al mismo tiempo, no sean demasiado gravosos para el bolsillo de los potenciales usuarios. ¿Por qué no probar o al menos intentarlo? Si no funciona o no consigue el eco que se persigue en su puesta de largo, a la temporada siguiente se deja la contratación sin efecto. Todos contentos y santas pascuas.
Con las zonas de aparcamiento repartidas por diversos puntos de la ciudad -El Lleráu, Contranquil, El Censu?-, la idea del tren turístico en época puntual, sólo en la campaña estival y en alguna que otra fecha muy concreta, sería un plus cara al visitante, sin dejar de lado al ciudadano cangués. Quizás alguno se me salga por la tangente y considere que esta sugerencia va camino de crear un parque de atracciones. Nada más lejos de la realidad. Por fortuna, en nuestra comarca sólo vivimos, directa o indirectamente, del turismo, y debemos ser consecuentes con ese filón. ¿Por qué si funciona bien el tren turístico en otros destinos no lo va hacer aquí, en la antigua Cánicas? Tomen nota, señores políticos. Solo es un sugerencia y nada relaciona con la campaña electoral del 26M.
