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EL PUENTÓN

El verano más atípico en el entorno de los Picos

La ausencia de los más elementales servicios en uno de los principales focos turísticos de Asturias

El área de influencia de los Picos de Europa se enfrenta al verano más atípico de la historia reciente, lleno de incertidumbre y con competidores que están dispuestos a echar el resto para tratar de ganar adeptos. La primera baza en esta comarca suroriental es la puesta en marcha del operativo del plan de transporte a los Lagos de Covadonga, el cual arrancó el pasado lunes, con todo tipo de medidas de seguridad con motivo del covid-19, incluidas, por supuesto, las mascarillas higiénicas obligatorias para los usuarios del transporte público.

La pelea por captar turistas centrará buena parte del discurso de los operadores y más con la movilidad territorial ya recuperada. Casi todo es una verdadera incógnita para el sector, sobremanera tras la cancelación de los principales eventos en la zona (Riverland, Les Piragües, Aquasella, etcétera), que venían a ser el preludio de la temporada alta. Ahora, hurgando en nuevas oportunidades, gran parte del empresariado se muestra un tanto preocupado y no le falta razones para ello. Es la "nueva normalidad".

Desde hace años en la vertiente asturiana del parque nacional de los Picos de Europa se viene reclamando una mejor gestión del espacio natural protegido. Quizás sea ahora el momento de apostar por una serie de mejoras -infraestructuras, regulación, limpieza, conservación...- en pro de darle calidad al destino. De nada sirve que el visitante se rasque el bolsillo por subir a los Lagos en transporte público si se carece de los más elementales servicios en uno de los principales focos turísticos de Asturias.

¡Claro que hace falta voluntad política! Llevamos mucho tiempo mirándonos el ombligo, tratando a los turistas como "ganado" -perdón por la expresión-, sacándoles los cuartos y dando poco a cambio. Hace falta un mayor compromiso por parte de la Administración regional y volcarse con la promoción de este destino, en la puerta al Paraíso. Ya no valen medias tintas. La pugna por el turista nacional en este verano-otoño 2020 va a ser de aúpa, sobre todo a lo largo y ancho de la Cornisa Cantábrica.

Me parece fenomenal la utilización de las aplicaciones tecnológicas para hacer mucho más ameno abonar el ticket para la excursión a los Lagos Enol y La Ercina o pagar la zona azul en El Censu, por ejemplo, en Cangas de Onís. Pero esos mismos turistas también necesitarían de unos urinarios portátiles en todos los aparcamientos disuasorios, sin olvidar la ampliación de horarios en el área de servicio de Buferrera. Y lo mismo digo de los puntos de información, dotados de material. Toca hacer un esfuerzo para consolidar Picos de Europa como destino preferente.

Va siendo hora de ponerse las pilas para conseguir una mejor gestión n el parque nacional de los Picos de Europa. Llegó el momento de apostar por ofrecer óptimos servicios, acordes con lo que debe ser uno de los espacios protegidos que más visitantes acoge en este país. Permítanme la insistencia: hay que acabar con las colas de la vergüenza que se registran, algunas fechas, en los puntos de venta de ticket; hay que saldar la asignatura pendiente de toparse con aseos o baños cerrados por escasez de personal. Y que conste, lo digo ante el verano más difícil de las últimas décadas.

La comarca, igual que otras muchas zonas turísticas, va a estar sumida en esta era postcoronavirus, que marcará un antes y un después en el área de los Picos de Europa. Todos, unos y otros, debemos ser consecuentes con el visitante. Conste que no trato de meter a todo el mundo en el mismo saco. Pero, dicho esto, hoy más que nunca está en juego el futuro del sector. Toca empezar por los cimientos, en este caso ofrecer un buen servicio en el operativo del Plan de Transporte arropado y hacer agradable la visita al potencial cliente o usuario que eligió ese destino asturiano.

Los Lagos, además del santuario de Covadonga y Cangas de Onís, deben estar a la altura. Lo tienen todo para conseguir retos mucho más halagüeños, aunque para ello deban atarse cabos sueltos. Insisto, y no me cansaré, hace falta llevar a cabo una más eficiente gestión del parque nacional como motor dinamizador de la comarca ya que, en caso contrario, perderemos todos. Ojalá esa deplorable imagen de dejadez -como viene aconteciendo- dé paso a otra mucho más ambiciosa para satisfacción de cuantos nos visitan.

Ya no se trata de batir récord de viajeros o turistas, sino de ofrecer una calidad que brilla por su ausencia. De poco o nada sirve patalear cuando los que tienen mando en plaza apenas manejan unos presupuestos acordes con un parque nacional que debería ser la primera empresa de la comarca del Oriente. Al turista se le debe tratar como se merece, no como simple mercancía. Dentro de tres meses tocará hacer balance, con sus pros y contras. Insisto, sólo nos queda ese sector. Luchemos por él, con ayuda de las distintas administraciones.

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