Los abajo firmantes, autores de este documento, somos profesionales sanitarios del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), al que hemos dedicado muchos años de nuestra vida laboral.
Creemos, por tanto, conocer los "entresijos" -no siempre fáciles- del funcionamiento de esta institución, así como las circunstancias que han ido influyendo en la misma en los diferentes periodos. El actual tiene unas connotaciones muy especiales, ya que acaba de cumplirse el primer aniversario del traslado a las nuevas instalaciones del HUCA.
Este escrito tiene como única finalidad -totalmente ajena a cualquier intención o interpretación partidista que pudiera hacerse del mismo- contemplar el HUCA con una visión que realce sus múltiples aspectos positivos y que reafirme la confianza en su funcionamiento y desarrollo.
Este carácter positivo no es contrario al realismo. Reconocemos que el HUCA es un hospital imperfecto, con deficiencias motivadas por la propia estructura del sistema público, por las características de la sociedad a la que sirve, por las limitaciones de los profesionales que en él trabajamos y por los problemas vinculados a la propia gestión de la institución. Algunos de estos defectos y otros nuevos se acentuaron durante los meses iniciales tras el traslado. La adaptación a las nuevas instalaciones fue dura, agotó la paciencia, y, lo que es peor, supuso un jarro de agua fría a las expectativas de muchos trabajadores del hospital. Los problemas vividos han sido ampliamente puestos de manifiesto en diversos ámbitos y por diferentes organizaciones.
Sin embargo, pensamos que la realidad puede y debe ser afrontada con optimismo. Se trata de ver nuestra realidad con espíritu positivo, de reconocer lo mucho que hemos logrado, de defender lo nuestro, lo de todos. El HUCA es nuestro hospital, nuestro centro de trabajo, desde el que tratamos de servir del mejor modo posible a los asturianos. Y proponemos hacerlo, con espíritu positivo, con mayúsculas. Queremos un "HUCA en positivo" con exigencia crítica, pero también con reconocimiento y orgullo por lo bien hecho.
Julián Marías define el espíritu positivo como "la actitud que propende a ver lo bueno, a retener y subrayar el aspecto valioso de lo real" y añade, "el espíritu positivo, precisamente por su sensibilidad para lo real, por su necesidad de vivir de ello, percibe lo que falta, lo que es desviación, acaso extravío, caída... Pero la imperfección no le impide ver lo que es la mayor parte".
Creemos necesaria la aplicación de esta actitud al HUCA contrarrestando la corriente de desánimo o indiferencia que impregna a muchos de sus trabajadores y aminorando en lo posible los recelos -en gran medida infundados- que las noticias negativas han generado en la sociedad asturiana. Pedimos también una reflexión de los medios de comunicación sobre las consecuencias del negativismo, que suele tener buena prensa y ser elogiado pero que no construye ni contribuye a solución alguna. Esta actitud positiva pretendemos generarla en primer lugar entre nosotros -los profesionales- porque sólo así la transmitiremos a los pacientes y sus familias, y a la sociedad asturiana en su conjunto.
"HUCA en positivo" es abrir los ojos para ver el excelente marco estructural y arquitectónico del hospital, motivo de admiración y elogio reiteradamente manifestados por aquellos invitados que, procedentes de otros hospitales españoles e internacionales, nos han visitado en estos últimos meses.
"HUCA en positivo" es apreciar la dotación de equipos y el desarrollo de tecnologías punteras que ha supuesto la puesta en marcha del nuevo hospital.
"HUCA en positivo" es resaltar la amplia gama de servicios de calidad que el hospital pone a disposición de los asturianos.
"HUCA en positivo" es constatar las magníficas instalaciones de su pabellón docente y el grado de satisfacción de los estudiantes de la Universidad de Oviedo. Poco a poco, el HUCA será cada vez más universitario, más docente e investigador.
"HUCA en positivo" es destacar el conjunto de actividades de difusión científica, sesiones docentes, actos orientados a la proyección social del hospital que de modo creciente se celebran en el mismo.
"HUCA en positivo" es avanzar en el camino para lograr un hospital en el que podamos trabajar con profesionalidad y competencia técnica pero también con orgullo, compañerismo y sentido de pertenencia.
"HUCA en positivo" es, finalmente, un reconocimiento al esfuerzo de un amplio número de profesionales sanitarios y no sanitarios que intentan mejorar día a día el funcionamiento del hospital y conseguir así un mejor servicio al ciudadano en un entorno más propicio para el desarrollo de un trabajo gratificante: ambos objetivos son tarea de todos. Alcanzarlos, nuestro compromiso.
¡En el entorno de un "HUCA en positivo", ánimo y adelante!
Los firmantes de este manifiesto son, por orden alfabético: Francisco Álvarez (laboratorio de medicina, director de área y profesor asociado), Luis Antuña (urgencias, director de área), Daniel Camporro (cirugía plástica, jefe de servicio), Victoriano Cárcaba (medicina interna, director de área), Adela Carro Suárez (área ambulatoria, enfermera supervisora), Pere Casan (pulmón, director de área y catedrático), M. Cruz Cuevas (radiología, enfermera supervisora), Elías Delgado (endocrino, médico adjunto y profesor titular), Ángel Fernández (rehabilitación, director de área), María José Fernández (área quirúrgica, coordinadora de enfermería), Francisco M. González (medicina nuclear, jefe de servicio), Manuel Gorostidi (nefrología, médico adjunto), María del Carmen Martínez (medicina preventiva, jefa de servicio), Cesar Morís (corazón, director de área y profesor titular), Julio Pascual (neurociencias, director de área y profesor titular), Fernando Santos (pediatría, director de área y catedrático), José Luis Torrijo (radiología, enfermero supervisor), María Varela (digestivo, médico adjunto) y Lino Vázquez (cirugía general, jefe de servicio y profesor asociado).
