La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Presidente de Tribuna Ciudadana

La "hermosa gente" de Tribuna Ciudadana

La calidad intelectual y humana de Juan Benito fue una inspiración para la asociación cultural

Què mejor homenaje a Juan Benito Argüelles que citar sus propias palabras:

Decía en el prólogo del libro que celebra los 20 años de Tribuna , en el año 2000: " El día 4 de enero de 1980, cuando nos reunimos para cambiar impresiones sobre la posibilidad de poner en marcha el proyecto Tribuna Ciudadana?andaba yo muy lejos de ni tan siquiera soñar que nos regalaría tantos años de vida esplendorosa?"

Tantos años? cuanta razón en esa frase, cada hora invertida en la sociedad nos ha sido devuelta al ciento por uno.

Juan dedicó gran parte de su vida a Tribuna, su personalidad fue la clave de arco en la que se apoyó la asociación, así como Lola fue el firme cimiento en que todo se basó.

Como dijo otro amigo muerto, Ángel González, "esa generosa y entusiasta capacidad suya para propiciar gozosos y oportunos encuentros entre amigas y amigos, libros y lectores, personas y pescados, viajeros y paisajes, tabernas y comensales, autores y su público, hombres e ideas" se concretó en una manera de estar en sociedad, proyectando su visión de la "cosa pública" desde la sociedad civil.

Juan Benito fue presidente de Tribuna desde 1980 hasta 1994 y presidente de honor hasta hoy, no se entiende Tribuna sin Juan, y viceversa

En los procesos históricos de éxito, un reducido número de personas canaliza el anhelo de muchos. Si tuviésemos que singularizar en una sola, no cabe duda de la importancia decisiva de Juan Benito, con su gran bagaje cultural, su bondad natural y don de gentes, que le abrían todas las puertas de la ciudad.

Había vivido en Francia, fue secretario de Camilo José Cela, y el instaurador de la Alianza Francesa en Oviedo; él y Lola Lucio agruparon a un reducido grupo de personas hasta formar un colectivo plural al que, de manera natural y en respuesta a la demanda social existente, se incorporaron otros muchos, como José María Laso, vicepresidente perpetuo y trabajador incansable de gran erudición, deseosos de participar en la tarea de atraer a la ciudad de Oviedo a los personajes más destacados de la cultura y de la política del momento. Se rescató la parte de la cultura española que había sido negada y aún era tiempo de escuchar a sus protagonistas.

La idea fue acogida con entusiasmo y muy pronto comenzaron a barajarse nombres de escritores, políticos, filósofos, artistas o científicos que podrían venir ala ciudad.

Tribuna Ciudadana tuvo desde su inicio características que la distinguieron del principio del resto de asociaciones culturales: actividades abiertas y apertura política, recibiendo con la misma atención a los mas relevantes políticos de todas las tendencias, desde los más conservadores a los más progresistas con extraordinario respeto por las ideas de los demás como atestiguan nuestros archivos escritos y sonoros. Son los propios socios de Tribuna quienes demandaban que se tratasen temas de actualidad y proponían nombres de personalidades para que expusieran en Oviedo sus puntos de vista.

Todo esto respondía de modo muy eficaz a la demanda de intercambio de ideas originada por la situación histórica que se vivía y resultaba enormemente atractivo para los ciudadanos que podían debatir con personas muy destacadas los asuntos que a todos nos preocupaban en aquellos albores democráticos.

Así que, citando al gran poeta Carlos Bousoño, Tribuna Ciudadana ha tenido suerte; pero, como se dice en España "al saber le llaman suerte". Los fundadores tuvieron el don de la oportunidad, en el momento en que existía una fuerte demanda, de libertad y de cultura que son la misma cosa, Unamuno dixit. Así nació Tribuna Ciudadana, con el don de la oportunidad, basada en el voluntarismo y la generosidad de los socios que ponían a disposición de los conferenciantes tiempo, dinero y vivienda, lo que daba lugar a convivencias peculiares por próximas y al establecimiento de lazos duraderos de amistad que proporcionaban nuevos contactos y posibilidades.

El primer acto, a cargo de Rafael Martínez Nadal, amigo y profesor de Federico, titulado "Siete viñetas sobre García Lorca", tuvo lugar el 18 de abril de 1980.

Desde entonces, hasta hoy, se siguen ofreciendo actividades muy variadas, conferencias, mesas redondas, foros de debate, viajes, ciclos de teatro y sesiones de cine forum sobre muy diversos campos: literatura, arte, historia, cada vez con mas relevancia temas científicos, y política, por supuesto, de todo color demócrata.

Como decíamos en el prólogo de la memoria de Tribuna del año 2000, ésta es la dimensión cultural que nos interesa. A Juan y a Lola, más que a nadie se lo debemos.

En otoño de 2002, Tribuna fue declarada de Utilidad Pública por el Ministerio del Interior. Esta declaración y la Medalla de Plata del Principado de Asturias fueron una gran satisfacción para Juan, ya que constituyeron el reconocimiento a la labor de toda una vida como agitador cívico y cultural.

Creemos que la iniciativa de la sociedad civil es condición imprescindible para que exista una sociedad sana y con independencia de criterio. De ahí la convicción de que, en efecto, las iniciativas de esta clase son de pública utilidad.

Si necesaria fue la asociación en los ochenta, no resultan hoy menos necesarias la iniciativa y la independencia de la sociedad civil. Las limitaciones a la libertad son mas sutiles que entonces, pero existen. Se pretende hacernos creer en el fin de la Historia y el pensamiento único. En Tribuna no creemos en uno ni en otro, ni en el de la ideas y, por tanto , tampoco en el de las ideologías. Somos tan testarudos como para seguir creyendo en la capacidad humana de progreso y transformación social.

Ante esta realidad, asociaciones nacidas de la sociedad civil muestran la capacidad de cooperar, de pensar en forma abierta y crítica, de defender una sociedad no conservadora, activa y comprometida, en que los ciudadanos canalicen las acciones de estructuración social, aplicadas a una forma crítica de entender el mundo. Con la solidaridad, con la cooperación, con la paz y la libertad como ejes transformadores del ser humano, abriendo vías de acción a nuestra mayor esperanza: la participación de los jóvenes en la organización práctica de este discurso.

Creemos que, muy modestamente, Tribuna contribuye a este empeño de dinamización social desde la sociedad civil. La trayectoria de estos 25 años es su capital social

En palabras de Fernando Savater "la educación es la única posibilidad de una revolución sin sangre, no violenta y en profundidad de nuestra cultura y nuestros valores, pues obliga a definir qué es lo que queremos que se perpetúe de lo que somos, qué es lo que merece la pena de ser transmitido". "Quien educa regala el mundo, hace el obsequio de la realidad al otro"

Queremos creer que en cada acto organizado por Tribuna Ciudadana nos educamos y nos regalamos un mundo un poco mejor.

Nada de esto habría sido posible sin Juan Benito Argüelles cuya calidad intelectual y humana inspiró a todos quienes formamos -volvemos a citarle- "la hermosa gente" de Tribuna Ciudadana.

Compartir el artículo

stats