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La mar de Oviedo

Flora vaginal

Qué importante es proteger la vida humana, las plantas, los animales, los recursos naturales, el entorno, el idioma, la cultura..., el ecosistema. Estos consejos se extienden hoy, más que nunca, a un patrimonio tan íntimo como el cuidado de nuestra flora vaginal, un conjunto de microorganismos que viven guapamente en la boca del alma y que representan la concentración de bacterias más alta de nuestro cuerpo, a excepción del colon, que, en momentos concretos, acumula más. A las personas ignorantes que piensen que la flora vaginal no me incumbe, ni me atañen los probióticos, los reequilibrantes del pH, los microorganismos patógenos ni los desajustes hormonales, les diré que Simone de Beauvoir, en el Café de Flore, en París, a propósito de su gordísimo ensayo "El segundo sexo", me dijo: "Pepe, on ne naît pas femme: on le devient". "Pepe, no se nace mujer, se llega a serlo". Pues bien, estoy en ello.

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