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La Ciudad Y Los Días

El discutido viaje de un edil intrépido

De la bilocación al apresuramiento

Hubo hace años en Asturias una autoridad provincial de la que se decía que tenía el don de la bilocación. Es decir, que podía estar a la vez en dos sitios diferentes, por ejemplo en Colombres y en Pola de Laviana. Tal era, en todo caso, la febril actividad pública del aludido político en aquellos tiempos, no tan lejanos, de la que uno mismo fue ocasional testigo. Según posteriores sospechas, la clave del asunto estaba en que el aludido político tenía un doble para las ocasiones.

Voluntad de presencia en aquellos años aurorales de la democracia que viene a la memoria por comparación con similares actitudes de nuestro tiempo lindantes con la bilocación por la vía del apresuramiento. Lo digo porque, al hilo de los avances técnicos, hay políticos que suelen aparecerse con suma rapidez en el ojo de la noticia así se produzca a miles de kilómetros de distancia. No lo digo como reproche, sino con admiración.

La figura del político profesional nos representa a todos y por eso donde él está de algún modo también nosotros estamos allí. Según esta doctrina y en cierto modo, todos los ovetenses -yo mismo, sin ir más allá- hemos estado en Nueva Orleáns hace unos días representados por el inquieto ovetense concejal del ramo para gestionar en nuestro nombre la presencia de una "colaboración musical" (sic) en el desfile del Día de América.

¿Era indispensable la presencia allí de nuestro edil en carne mortal y precisamente en vísperas de la visita de los Reyes de España? ¿Podría interpretarse que la expedición ovetense aprovechó la ocasión para asumir el papel de precursora de la presencia real a la manera del Bautista cuando preparaba los caminos del Señor? ¿Hubiera sido aconsejable evitar a las arcas municipales un costoso viaje interoceánico y no estrictamente necesario? Pregunto.

Como se sabe, la expedición edilicia fue duramente cuestionada por la oposición política en la Corporación Municipal, actitud sin duda muy comprensible en el juego político local. Lo que está claro es que nuestro concejal del ramo de festejos y similares no parece que haya conseguido estar en dos sitios a la vez, pero sí que es el más fotografiado de la historia. Y ése sí es un récord del que puede presumir.

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