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Con vistas al Naranco

Las manos de P. S.

Los manejos promocionales de los "fontaneros" de la Moncloa con el presidente del Gobierno

La coincidencia con las siglas del partido no es tanta como en la Francia de la refundación de Deferre y Mitterrand, ni con la portuguesa de Soares, ni con el desaparecido de Nenni y Basso. Aquí no pueden históricamente separarse de Obrero, desde los inicios pablistas, ni de Español, tenaz insistencia del ovetense Indalecio Prieto.

"Les mans" era canción de Raimon ("De l'home mire / sempre les mans"). La archirrepetíamos los progres del 68. También fue cartel del PSUC y mito pedagógico de Rovirosa y Gómez del Castillo, líderes del obrerismo cristiano. Eran habilidades artesanales, incluso hidráulicas, del carpintero de Nazaret, que narra, evangelios aparte, la parodia de Eduardo Mendoza. Juntar manos es rebeldía sudamericana: "Alcemos una muralla / juntando todas las manos". A sensu represivo contrario, la Policía, en el momento de conocer, un Primero de Mayo, a Agustín Ibarrola y a Lalo Albizu, padre de Patxi López, exigía enseñar manos para diferenciar trabajadores en la bilbaína plaza Elíptica.

Uno de los personajes de Martin Scorsese, recién premio "Princesa", viaja a París para modelar las manos. Vi las gigantescas de Fernando Botero en Madrid y en Medellín, cerca del centro comercial llamado Oviedo. Las de Mona Lisa, por encima de enigmática sonrisa, hipotético embarazo, depilación de cejas y pestañas, técnicas pictóricas... sobresalen en el más afamado cuadro de todos los tiempos. Unos vecinos clarividentes han unido aquí sus manos al feérico y totémico Naranco.

Con motivo del Mundobasket-86 tuvimos en el Palacio de los Deportes, sensacional obra de arquitectura, varios hitos: el triunfo de la modesta Argentina sobre USA; el base americano Tyrone Bogues, de sorprendente metro sesenta de estatura; la denuncia a yugoslavos por violencia de género; el enceste con pintoresco patadón de Basilio, encargado del utillaje, devolviendo un balón caído en las sillas... Pero la imagen definitiva fue un póster de Fede Perex con manos chinas y negras disputando bajo el aro. Poco antes hubiera tenido la trascendencia de la diplomacia del ping-pong entre Nixon y Mao. Joaquín Prendes, hoy promotor de la Caravana de Verso, fue alma del acontecimiento universal ovetense, del que recuerdo con agradecimiento al comité organizador: Riol, Luque, Armas, Vidau, Camino, López Enríquez, Ornia, López del Valle, Rocío, Palacio, Zapatero, Cabal-Cimadevilla, Bernardo, Llanos, Suárez, Bárcena, Leticia Rubio, Gainza, Luis Riera, De la Cera, Avelino Martínez, Covi Bertrand, Lolo Rodríguez, Ruiz Huidobro, Ramón Ángel González...

Nuestro hoy presidente de España sería adolescente, pero las manos siempre, desde el bíblico Gedeón a la admirable Manos Unidas, mientras a una mía le falta tacto por magia negativa, gavillada en largo vitalismo.

Mejor los fontaneros en otros menesteres que son de justicia reconocerles.

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