Tenía el cedé "Lágrimas negras", del Cigala y Bebo Valdés, pero terminé regalándolo; tan pegadizo era que hasta en sueños cantaba "que tú me quieres dejar y yo no quiero sufrir?", o me enrollaba con "niebla del riachuelo amarrado al recuerdo yo sigo esperando...", o aquella de "una es el amor sagrado, compañera de mi vida, esposa y madre a la vez, la otra es el amor prohibido, complemento de mis ansias y al que nunca olvidaré?", y me despertaba tarareando "se me olvidó que te olvidé, se me olvidó que te dejé lejos muy lejos de mi vida, se me olvido que ya no estás, que ya ni me recordarás y me volvió a sangrar la herida?". Hoy a las 8,30, en el Auditorio de Oviedo, preparaos con el Cigala; sólo conozco un remedio para quitarlo de la cabeza: la de "María Cristina me quiere gobernar?"; pero ¿cómo despegarse de ésta? Volviendo al Cigala: "que tú me quieres dejar y yo no quiero sufrir...".
