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Concejal del PP en el Ayuntamiento de Oviedo

Un espectáculo de puñaladas traperas

La mala relación entre el PSOE y Somos dentro del tripartito

Nadie duda que Ricardo Fernández es el peor concejal del gobierno municipal por difícil que sea tal deshonor ante la incapacidad del resto de sus compañeros. Tiene dos caras: en privado, sumiso y pedigüeño, buscando la complicidad de la oposición para librar los marrones que él mismo crea con su penosa gestión; en público, siendo el exponente más sectario de esta izquierda que ha convertido la política local en un vulgar espectáculo de puñaladas traperas.

El último espectáculo es el cruce de artículos, por el caso Enredadera, entre la reina del contrato menor, Ana Taboada, y Ricardo Fernández. Que entre ellos se despellejen ya es habitual; pero lo que produce cierto sonrojo es que este incapaz concejal trate de sacar moralejas atacando al PP con la cantinela habitual de descalificar el pasado para que no nos fijemos en su paupérrimo y vergonzoso presente.

Este desgobierno que padecemos aprovecha cualquier oportunidad para montar el espectáculo. Si quieren investigar y personarse en el caso Enredadera, ¿por qué darle tanta vuelta?: que investiguen y se personen, y ya está. ¿Por qué nos hacen padecer la vergüenza ajena de sus contradicciones y sus odios internos? ¿Por qué someten a los funcionarios a este estado de estrés, de inseguridad, de tensión?

El tripartito llegó pensando que iba a encontrar escándalos en cada papel. Tres años después todos sus espectáculos-investigaciones han terminado en un ridículo sin paliativos, como el propio Ricardo Fernández reconoce al asegurar que las comisiones de investigación del tripartito no han servido para nada.

Es difícil de entender que el PSOE tenga tan poca dignidad y valentía política como para mantener este desgobierno y confrontación. Que Wenceslao López mande a su infiel escudero a criticar a Somos, no es un gesto político serio sino más bien una argucia de una persona ausente de su propia responsabilidad y con poca capacidad para defender su dignidad política. Nadie entiende que mantenga una coalición que ha demostrado que no tiene ninguna viabilidad ni sentido. Podría echarlos hoy mismo y seguir gobernando. ¿Por qué no lo hace cuando son estos personajes con afición a financiar a sus amiguetes con dinero público quienes le están apuñalando?

La verdad es que si uno no es capaz de defenderse a sí mismo, mal puede afrontar la responsabilidad de un gobierno positivo para Oviedo. Y ni el hecho de tener escuderos tan incapaces es una eximente para mantener diariamente la triste incógnita de ver cuál será la siguiente puñalada para ocultar que no hay ni un solo proyecto político que genere ilusión y futuro.

En vez de tanta cartita sobre unos hechos que ya están siendo investigados por la Justicia, el Alcalde debería buscar sus propias bombas investigando los contratos menores, la adjudicaciones del área de Participación, de la Feria de Muestras y de todas las que ya han caído en las redes insaciables de sus socios de desgobierno. Si no lo hace, esas bombas serán la única lápida de su triste y sometido mandato.

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