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La mar de Oviedo

Pega

Dado que vivo a las afueras de Oviedo, no tengo al lado de mi casa los cubos urbanos de basura sino ese canjilón metálico donde se tiran de manera indiscriminada desperdicios de toda índole: orgánicos, papel, laterío, botellas de vidrio, madera, plásticos? Salgo de casa en coche, me pongo a la altura del canjilón y, sin bajarme, arrojo por la ventanilla las bolsas. ¡Ah!, pero esta mañana me ocurrió algo inesperado y terrible; lancé la basura, salió del canjilón una pega que, en su huida, entró al coche por mi ventanilla; aleteaba, enganchada en mi cinturón de seguridad, y observé que tenía algo brillante en el pico: ¡un bolígrafo! Una urraca así de grande con un bolígrafo, réplica culta del halcón con la culebra. Siempre leí que las urracas, o pegas, eran muy curiosas, de los animales más inteligentes, capaces de imitar la voz humana, pero? ¿también saben escribir?

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