El concejal de Cultura y Festejos y, por tanto, de la organización de San Mateo debería dimitir. Roberto Sánchez Ramos, "Rivi", no puede permanecer más tiempo en el cargo. No es sólo pagar un caché descomunal a una banda a la que no conoce nadie, no es sólo firmar los contratos a última hora ni hacer chapuzas con los sorteos de los chiringuitos. No se trata únicamente de no dar a los artistas de teatro tiempo suficiente para promocionar sus obras y vender entradas. No se trata de que el contrato con la empresa de seguridad se firme días después de que empezasen las fiestas. No es que no tengamos barracas en San Mateo ni que los urinarios del Campo San Francisco estén en la zona de juegos infantiles. No. No se trata de todo esto. El concejal de Cultura se comió el domingo un bocadillo de chorizo. Es intolerable que alguien que dice representar a toda la ciudadanía sea capaz de engullir animales muertos. Espero que el próximo día 21 no se le ocurra repartir bollos preñaos.