La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La mar de Oviedo

La Leiva del Naranjo

Tuve un compañero algo bruto en la Universidad de La Laguna que presumía de haber pasado dos cursos en Medicina, tres en Arquitectura, dos en Derecho, uno en Filosofía?, digamos que capitalizaba sus fracasos. Hace unos días, en el mesón La Marina, de barra baja y dueño atentísimo, en Monte Auseva, uno que escuchaba de lejos mi subida al monte más alto de Oviedo, con el ánimo de hacerme de menos, se acercó para contarme que él, siendo joven, se negó a subir la vía Leiva, en la cara oeste del Naranjo, cuando se lo propuso un escalador famoso. Así algunos escritores exhiben que fueron finalistas de grandes premios literarios, es decir, que no ganaron. De la necesidad hacen virtud. Hablo de fatos grandilocuentes, que abundan en nuestro entorno, estropeados por la Universidad y empapizados de rimbombancias. Sépase, por mi parte, puedo demostrarlo, que tampoco yo subí la Leiva.

Compartir el artículo

stats