A las siete, en la librería Cervantes, Asunción Herrera y su Alfredo Hernández presentan sus libros: "Ilustrados o bárbaros" y "La venganza del objeto". Me dice Asun que el título de su ensayo surgió al vérselas con dos adultos de clase alta y gran cultura a quienes, al regresar de un safari, les extrañaba el desasosiego de ecologistas y científicos ante la posible extinción de los elefantes, cuando ellos han visto muchos y cazado; a Asun le preocupa que la ignorancia conspire y venza al verdadero conocimiento. Alfredo me cuenta que su novela trata de un rocoso muchacho español (él, muy guapamente) que marcha a Tokio, ingresa en una Universidad de Judo y choca con su Sensei, el maestro encargado de enseñarle la durísima dureza oriental. Asun y Alfredo, en sus firmes tesis como en la armonía de su conducta, evocan la filosofía del judo, término japonés que significa "Camino a la suavidad".
