En la calle del Peso puede verse el blasón de la familia Quirós, con las dos llaves en sotuer y el lema, sólo en apariencia humilde: "Después de Dios la casa de Quirós". Quirós es familia originaria de Caso y muchos honraron este apellido: Manolo, el gaitero; José Luis, el jugador de futbol del Oviedo; Chus, el diseñador de interiores, Conchita, la librera; dicen que un Bernaldo, marqués... Pero mi Quirós por antonomasia es el concejo donde emerge la sierra de Caranga, cuya pared oriental constituye un paraíso para la escalada en roca. Cuando en el resto de Asturias llueve estas paredes calienta el sol. Por eso fui allí a recordar tiempos jóvenes con mis viejos amigos, a la zona de los Elfos, el quinto grado en el quinto cielo; enfrente el pico Gorrión, allá abajo El Llano, Aciera, Pirueño y en las profundidades el embalse de Valdemurrio, donde muere el río Quirós y nace el Trubia. Pues eso, encordado a Dios escalé en Quirós.
