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La mar de Oviedo

Abstenerse animalistas

Pasé por Carbonero el Mayor, pueblo de Segovia, para conocer una empresa dedicada a la reproducción de bueyes españoles, para su consumo en la mesa; buey de verdad, con certificado de origen, no vaca vieja; un macho castrado a los seis meses de edad y sacrificado cuando tiene seis años, tras una vida dedicada a la contemplación y a pastar hasta que pesa una tonelada. Probé su carne "a la teja" en el restaurante El Riscal, de los mismos propietarios; sirven la carne cruda para que el cliente la dore al gusto en una piedra caliente que untamos con sebo del propio buey. Pues bien, allí me contaron que el ganadero asturiano José Manuel Suárez tiene un negocio similar, con buey autóctono; cruza la raza Casina con la Asturiana de los Valles, castra esos terneros y a la edad y peso adecuado los filetea y sirve en el Llagar de Colloto, ¡y en Casa Conrado, oí! No lo hay como salir de Oviedo para conocer Oviedo.

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