Katharine Hepburn, fanática de la higiene, visitaba una leprosería en Uganda, a orillas del río Lualaba, durante el rodaje de "La reina de África", cuando vio a una monja que lavaba las llagas de un anciano y untaba sus úlceras con ungüento; la actriz, que estuvo en España para rodar "Las troyanas" de Eurípides en el papel de la reina Hécuba, dijo con expresión de repugnancia: "Hermana, yo no haría un trabajo así por un millón de dólares", y la monja contestó: "Tampoco yo", en alusión a que el dinero no lo paga todo. En cambio, a Fraga Iribarne, en una cena-homenaje, en las Navidades de los 80, en el Club de Tenis de Oviedo, se le acercó Doña ***, dama de la alta sociedad, para pedirle un autógrafo, y el gallego, en la misma tarjeta que le ofrecía su admiradora, donde figuraba el menú, escribió: "He recibido de vos, Doña ***, la cantidad de un millón de pesetas para la hucha de Alianza Popular".
