Al escribir el título de esta carta, el corrector, inocente en ocasiones, ha tratado de sustituir en dos ocasiones la letra b de la palabra boté por la v. Pero sin querer hacer un homenaje al reggetonero Oazuna (si tienen hijos adolescentes les sonará el nombre), ni ofender a la Real Academia de la Lengua, he de asegurarles, queridos lectores, que mi empeño por cambiar la letra ha sido totalmente consciente.

Estamos en época de elecciones y los representantes de los partidos políticos se afanan en cortar cintas e inaugurar obras inacabadas. El pasado martes fue el turno de la señora Ana Rivas (PSOE). Parece ser que, cual general romano, la concejala de Infraestructuras ha decidido establecer su castrum en la zona de la Losa, olvidándose de otras zonas de la ciudad que, aunque no tan céntricas, creo que merecen ser igual de valoradas. Señora Rivas, ya me decía a mí mi abuelo que no hay cliente pequeño.

Imagino que el problema de abandono que sufrimos desde hace años los vecinos de Latores no le es ajeno, pero, por si lo fuera, paso a relatárselo muy brevemente. Comenzaré desde el principio: Latores es una parroquia y un barrio del municipio de Oviedo que aglutina las poblaciones de La Belonga, Llagú, Ayones y Santomedero y que dista más o menos 5 kilómetros de la Losa (por poner una referencia). Cuenta con una población de más o menos 600 vecinos y principalmente es conocido por la Senda Verde que va de Oviedo a Fuso, además de por sus restaurantes, los cuales le animo a visitar. Solo tendrá un inconveniente a la hora de recorrer nuestro pueblo; o se decide a visitarlo en bicicleta o, lamentándolo mucho, tendrá que coger el coche ya que después de comer, pedalear no es una actividad muy apetecible.

Usted, que creo es una defensora del transporte sostenible, podría decirme que otra opción sería el coche de San Fernando, lo que viene siendo un poco a pie y un poco andando. En su caso es una mujer joven y dudo que tuviera algún problema en caminar de vuelta los 5 kilómetros que separan el pueblo del centro. El tema viene cuando usted tiene que desplazarse con un carrito de bebé (en la zona viven muchas familias jóvenes con niños) o con su madre o abuela entradas en años a la que le cuesta caminar. Ahí se complica la cosa.

Los vecinos llevamos reclamando desde hace más de dos años una línea de autobús que recorra todo el pueblo. La asociación de vecinos lo ha pedido por activa y por pasiva y seguimos igual. Nos dicen que el tema está aprobado, pero debe ser un aprobado raspado porque el autobús no ha aparecido. Se ve que tendremos que presentarnos a subir nota.

Este verano, una familia que paseaba por la senda (una pareja joven con dos niños) tuvo que pedir un taxi para volver a Oviedo ya que una de las niñas iba patinando y una rueda de sus patines se rompió. Me gustaría que hubiera visto la cara de aquellos padres cuando nos preguntaron dónde estaba la parada de autobús y les tuvimos que decir que tres kilómetros cuesta arriba. Y esa es una anécdota. Lo que no es anecdótico es el día a día de las personas que viven en la zona, que tienen que depender de su coche particular -con lo que contamina- o de un taxi para desplazarse a Oviedo.

Si es que no lo ha hecho ya, la invitamos a conocer nuestro pueblo, le va a encantar, somos gente amigable que lo único que pretende es salir de ese olvido al que nos han relegado desde hace ya muchos años.