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La mar de Oviedo

Montes de la Trapa

Escapé de la lluvia capitalina y elegí Trevías (según Madoz, diócesis de Oviedo) para caminar. Partí de Gamones, San Martín, pasé el puente sobre el Mallene, por la falda del Peón vi trampas para avispas asiáticas, donde caían españolas cuya factoría se anuncia: "Abejas trabajando" (a unas matamos a otras explotamos); vadeé el río, con cuidadín, por regodones emergentes, a la sombra de acacias negras de Tasmania (a estas invasoras no les ponen trampas) seguí hacia El Faedal, La Llomba y, hundido entre cotollas, coronado de espinas, emergí en la cima del Monteiros, con vistas a la ensenada de Canero; seguí el cordal: El Ribón (da nombre en Cadavedo a una aldea, una playa y el túnel de la A-8), El Chanequín, la cima del Monteiros II o Trapa y bajé a la ermita de La Trapa, di gracias a la Virgen de Lourdes por el buen tiempo y cerré el circuito en Gamones; vinín en el bar La Unión, Trevías, y vuelta a Oviedo y al paraguas.

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