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Tino Pertierra

Crítica / Cine

Tino Pertierra

La vida es un largo río tranquilo

Leonor Teles captura con destreza y sensibilidad la cotidianeidad de un pescador portugués

La inmensidad del río Tajo en Portugal acoge pequeñas existencias cuya vida fluye sin grandes sobresaltos y ocasionales instantes merecedores de pasar al álbum de los recuerdos luminosos. Entre el agua y la tierra vive el pescador Albertino Lobo con su esposa Dalia y sus hijas Laura y Lucía. Leonor Teles, cuya carta de presentación fue el curioso corto "Balada de un batracio", llega al metraje largo con un documental ambicioso: mostrar la vida de su protagonista durante las cuatro estaciones. Una vida sin vistosos acontecimientos para quien la contemple desde fuera pero con momentos memorables para quien los vive (la boda de una hija, por ejemplo) y que Teles expone sin aspavientos, con una naturalidad admirable que hace del espectador un testigo en primera fila de la cotidianeidad en estado puro, sin miedo a demorarse en las actividades rutinarias del pescador para transmitir esa plácida -y monótona, en algunos pasajes- existencia en la que los dramas tienen una dimensiones íntimas y profesionales (la licencia de pesca como elemento perturbador). Teles se acerca a sus personas con una mirada humanista de primer orden y logra estampas de gran belleza y detalles íntimos emocionantes, al tiempo que desgrana con sencillez y elocuencia los entresijos de un oficio solitario y concienzudo.

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