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La mar de Oviedo

Celemín

Acabo de recibir "En el amor la lluvia", de Víctor Celemín Santos, profesor de la Universidad de Oviedo; si tuviera que llevar una sola página a una isla desierta me quedaría con su soneto "Nómina de grandes autores", en el que se cita a sí mismo, pero con modestia (como buen leonés), con sentido del humor y con ternura; así todo lo que escribe. Desde hace años, siempre que me encuentro con Víctor me recita los nombres diminutivos de los, para él, tres escritores más grandes: Clarín, Monteserín y Celemín; exagera porque mi admirado Leopoldo Alas ya no da más de sí y del resto aún caben resplandores. Celemín, además de un pueblo de Lalín, era una medida agraria que equivalía a casi cinco litros de grano para sembrar en unas cinco áreas; pues bien, tras el poemario de Celemín, yo añadiría que es además una medida poética equivalente a 50 páginas de grano, sin paja.

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