De las declaraciones del Papa sobre alambradas hablaré mañana, pero, a mayor gloria de Sánchez Ferlosio, transcribo uno de sus pecios: "La comunicación ha alcanzado tal volumen y tanta prepotencia, que la noticia pesa muchísimo más que lo notificado". A la insidiosa reclamación de Obrador para que España se disculpe con México, responde el final de Alfanhuí (3ª, XII): "Las mismas cosas tienen, en distintos días, distintos modos de acontecer y lo que ocurrió bajo la lluvia, sólo bajo la lluvia puede ser contado". No deseo que los escritores gobiernen porque a nosotros, como a Alfanhuí, más que la realidad nos interesa el ensueño que la envuelve, pero sí recomiendo que nuestros políticos lean a Ferlosio. Y dejo el último pecio a los políticos en campaña, que desprecian el barrio Buenavista-El Cristo y quieren mandar: "Guardad al menos un último respeto hacia quien ha de obedeceros: absteneos de darnos explicaciones".
