Óscar Allen, director de la agrupación de voces graves "Los lunes a las ocho", que ensaya en Blanco Satén, en Llano Ponte 36, nos habla de la respiración coral; hay oraciones musicales que conforman una unidad de pensamiento y para lograr sin cortes ese único suspiro lírico en toda su longitud, intensidad y color, hemos de solapar nuestros pulmones, coger aire cada cual por su cuenta e incorporarse al fraseo sin sobresaltos. También nos habla del latido coral; por separado escondemos nuestra individualidad pero nos explayamos incorporados en el grupo; es como si necesitásemos cómplices para manifestar una pasión; en la masa coral, el ánimo del conjunto llega a superar el de cada componente, y cuando nuestro fervor se manifiesta en armonía gestamos un latido común, nuestros corazones logran acompasarse guapamente y, en esa magia, somos felices varios minutos todos los lunes.
