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Bitácora de Lugones

Viella, el bulevar de los sueños

Un proyecto financiado con fondos europeos que acercará aún más la localidad a Lugones

Joaquín Sabina, ese gran poeta y cantautor, tiene en su repertorio una canción cuyo título es "El bulevar de los sueños rotos", pero nosotros nos quedamos con el bulevar de los sueños, sin más. Pues el sueño que yo tenía desde hace años se convertirá en una realidad auténtica merced a la aprobación del proyecto que convertirá en bulevar la Avenida de Viella, del cual teníamos conocimiento de su estudio hace más de un año. Y es que desde hace mucho tiempo vengo diciendo que el hermoso pueblo de Viella es como un anexo de Lugones y, con dicho proyecto, es como si se acercara aún más.

Por tanto, para nosotros, la noticia de la aprobación de éste proyecto, nos colma de satisfacción y no podemos por menos que felicitar al alcalde, Ángel García, y a su equipo.

Este proyecto contempla poder ampliar la calzada, renovando el firme, la señalización, las aceras y el carril bici. O sea, que éste es una de los aspectos de una de las apuestas del Gobierno Municipal del PSOE, que tiene la idea de implantarlo de manera escalonada en cada una de las obras que haga en calles de las zonas urbanas del concejo. Se nos dice que esta es la mayor inversión prevista este año para el concejo de Siero, que será financiada con fondos europeos dedicados al desarrollo sostenible urbano (DUSI), cuya cuantía alcanza los dos millones de euros.

Y a continuación haré alguna consideración:

El respeto se define así: Tener lo que uno desea obtener, o sea, es una calle de doble dirección. Diríamos que bastantes personas consideran que el respeto es una calle de única dirección, es decir, las que les beneficia a ellos.

Suelen ser seres vanidosos y engreídos, que se consideran superiores a todos para gozar de esas prebendas por sus ínfulas y/o ostentar cargos de la naturaleza que sea. La bondad es el principio del tacto, y el respeto por los otros es la primera condición para saber vivir.

El hombre prudente debe proponerse algún objetivo en la vida, porque a quien no pone especial empeño en algo, todo le parece tedioso y aburrido. (Bacon)

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