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Paraíso capital

Ars vivendi: Edu Carrillo y Manu García

Dos jóvenes emergentes en la escena artística local

Voy a hablarles de pintura pero, por favor, que no se asuste nadie, no dejen de leer aquí. Tengo tanta idea como el que menos, pero asumo de manera irresponsable el riesgo y les animo a hacer lo mismo, el arte es cosa de todos.

Entre las manifestaciones artísticas la más accesible es la música. Así como conocemos a personas que les gusta leer y a otras que no, es casi imposible cruzarse con alguien que no tenga su gusto melódico desarrollado, un sonido propio ya sea reguetón, ochentero, beatlemaníaco o zarzuela. Esto lo demuestra Spotify, que nos ha conquistado aprovechando ese pequeño dj que todos llevamos dentro. Lo nuestro guardado en el móvil, siempre a mano, sin ocupar espacio, con o sin publicidad.

La otra cara de la moneda la marcan la pintura y la escultura. En eso se hace más difícil opinar. Nos resulta tan complejo que parece que caminemos pisando huevos, cuesta decir lo que pensamos sin parecer lo que no somos. Debería ser más sencillo, simplificarlo hasta el extremo. Lo que nos gusta, lo que no, punto redondo.

Será por la luz del norte que Asturias ha tenido grandes maestros en el campo de la pintura. Tenemos esa joya que se llama Museo de Bellas Artes, a la que hay que perderle el respeto, que es gratis y accesible, fácil de visitar.

En esas casas tan céntricas, Palacio de Velarde y adjuntas, Goya y el Greco dialogan con nuestros Maestros locales. Hablo de Evaristo Valle, Piñole, Paulino Vicente padre, y el Mozo. Carlos Sierra, Úrculo y Antonio Suárez. Galano y Cuco. Una colección fabulosa. Basta con decir en la puerta el código postal al que perteneces y te franquean el paso.

Claro que también es trabajo del Arte buscarnos a nosotros. En eso de salir de lo convencional son unos jefes dos jóvenes talentos que están imponiendo su colorista presencia a la apagada Vetusta: Edu Carrillo (@edwurrdd) y Manu García (@elnolas).

En los últimos meses, Edu Carrillo y Manu García, aparte de su constante presencia en redes, han hecho calle pintado en directo durante la Noche Blanca. Han expuesto en el Colegio de Abogados. Han compartido espacio en un taller de tatuajes, Geiser. Han reflexionado sobre el retrato en la galería de Pablo de Lillo junto a Tina Berning entre otros.

Rabiosamente jóvenes, irreverentes y coloristas, la obra de ambos está llena de sentido del humor. Imposible evitar cuando menos la sonrisa. Uno más punk, el otro más costumbrista, están abriendo brecha entre la juventud inquieta. Ya atesoran experiencia y aún les queda el camino.

Yo intento ir a todo aprovechando las puertas abiertas. Luego está el problema para ellos, vivir del arte. En esa batalla se parten el pecho valientemente, sin renunciar a un concepto que manejan perfectamente: el arte de vivir.

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