Cuando un peregrino inicia el Camino de Santiago, sabe que el camino es sufrimiento, todas las etapas no son iguales, unas más fáciles otras más difíciles, pero sabe que hay paradas que son imprescindibles para hacer un buen camino.
Todas las personas, amigos y compañeros que han hecho el Camino, siempre tienen un recuerdo muy especial para Oviedo pues saben la importancia de esta parada. Oviedo, además de ser una ciudad cultural, también es un referente en todo lo relacionado con el Camino de Santiago.
Como gran aficionado a la Historia y a caminar siempre que puedo, quiero recordar al Gobierno de Asturias y en especial a su presidente, el señor Barbón, que mi ciudad es el origen del Camino de Santiago, origen del primitivo itinerario, pues fue de la mano del Rey Alfonso II, El Casto, rey considerado el primer peregrino en el año 834.
Me permito recordarle este hecho ante las intenciones de su Gobierno de despojar a Oviedo de una parte muy importante de su historia; y tengo que decir, no solo como diputado autonómico sino como ovetense, que lo siento, pero no podemos pasar por ahí.
Nuestra tierra, como todos saben, es un auténtico paraíso, cada rincón es especial y único, y todos juntos forman el gran símbolo que es Asturias. Por eso no logro entender qué sentido tiene arrebatar a Oviedo de esta parte de su historia, ¿será una nueva distracción? ¿O una vuelta al desprecio por parte de la Federación Socialista Asturiana (FSA) a Oviedo? No lo sé. Lo que sí sé, es que esta acción está equivocada.
Quiero recordar que hace algún tiempo vivimos una etapa en la que el Gobierno del Principado de Asturias tenía como una de sus principales acciones políticas el ataque sistemático a la capital de Asturias, Oviedo. Creo que esta etapa nunca trajo nada bueno para nadie. Nunca he creído en los localismos, ni en los enfrentamientos.
Todos podemos caminar juntos, todos podemos trabajar juntos, desde Oviedo con los ovetenses, pero sin olvidar que nuestro mayor legado, el de todos, debe ser Asturias, el paraíso que todos queremos y por eso hoy más que nunca debemos reivindicar lo que más nos une. Esa es la misión de los caminos, unir para que todos juntos podamos recorrerlos.
