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Vili y Joaquín, o cuando la rivalidad del fútbol asturiano se viste de cordura y sensatez

Dos históricos del Oviedo y el Sporting proponen convertir el derbi del domingo en una fiesta y apuestan por repetirlo la próxima temporada en Primera División

Joaquín y Vili se saludan ante las oficinas del Carlos Tartiere. JULIÁN RUS

En 1977, cuando Joaquín y Vili acababan de llegar al primer equipo, entre el Sporting y el Oviedo se abrió una brecha mucho mayor que los 28 kilómetros que separan a las dos ciudades. Por eso, dos jugadores históricos para sus clubes, capitanes respetados, sólo se midieron en partidos amistosos, si es que algo así es posible entre eternos rivales. Ahora, en vísperas del primer derbi en el Carlos Tartiere en casi quince años, Evilasio Sánchez y Joaquín Alonso llaman a disfrutar de la fiesta del fútbol a los verdaderos aficionados de los dos equipos. "Los demás no nos interesan", coinciden dos ejemplos de la rivalidad bien entendida.

"Tengo una foto recogiendo un trofeo en el Tartiere, pero con Berto", arranca Joaquín como ejemplo de las escasas ocasiones en las que coincidió en un campo con Vili, pese a que son de la misma quinta. "Es que la época dorada nuestra fueron los nueve años que estuve como delegado", señala Vili. "Incluso jugamos la UEFA. Dejamos de ir a Turón y empezamos a ir a Turín", añade el exfutbolista azul en referencia a las pullas de la afición sportinguista en la temporada 78-79, con el Oviedo en Segunda B.

-Joaquín: "No sé si te acuerdas cuando coincidimos en el aeropuerto, nosotros volvíamos de Estambul y vosotros de Génova".

-Vili: "Aquel partido sí que lo tengo grabado. La expulsión de Lacatus, el gol de Skuhravy al final...".

Para Joaquín es fácil destacar un derbi: "Mi primer partido en El Molinón, en un 'Costa Verde'. Ganamos 3-0 y metí dos goles". Y en el aspecto colectivo, el de esa misma temporada en el Tartiere: "Era el penúltimo partido de Liga, ganamos 1-2 y ascendimos. Marcó primero Alarcón para el Oviedo y después remontamos con goles de Quini y Ferrero".

A mediados de la década de los setenta, las dos plantillas tenían un porcentaje significativo de jugadores asturianos. Algo que parece preocupar más a Vili que a Joaquín. "Sólo tenemos a Saúl, que jugó casi siempre fuera, y a Diegui. A todos se nos llena la boca hablando de cantera, pero a la hora de la verdad no les tenemos el mismo respeto que a los jugadores de fuera. A los de casa se les exige más y eso a veces se convierte en silbidos".

Volviendo la vista atrás, Joaquín mete el dedo en la llaga de Vili con el 0-5 de los cinco goles de Fernando Gomes en el Tartiere. "Yo jugué ese partido", dice el oviedista. "Era pretemporada, pero amistosos Oviedo-Sporting no hay. Este cabrón (señalando a Joaquín) se acercaba y te pegaba un pellizco, pero después éramos tan amigos y podíamos ir a cenar". Corrobora Joaquín: "Me fastidia perder hasta en las pachangas, pero mi relación con todos los jugadores, fuera del campo, siempre fue espectacular".

"Hubo jugadores marcados, tanto en Gijón como aquí", señala Vili, al que se le vienen a la cabeza nombres como Juanele y Luis Enrique, odiados en el Tartiere, o Carlos y Gorriarán, vilipendiados en El Molinón. "Alguna vez, siendo delegado, tuve que separar a jugadores en el túnel de vestuarios", añade el oviedista, que pone a Joaquín como ejemplo de todo lo contrario. "¿A que nunca te insultaron en el Tartiere? Por circunstancias jugaste en el Sporting, pero estás muy bien considerado en Oviedo".

Buena imagen

"Nosotros, desde las asociaciones, tenemos que dar ejemplo de cordura y sensatez", recalca Joaquín sobre el papel de los veteranos para intentar calmar los ánimos entre las aficiones: "Hay que mentalizar a la gente de que la relación es muy buena. Me encantó la imagen que dieron los presidentes del Oviedo y del Sporting en la entrega de los premios de LA NUEVA ESPAÑA".

Vili pone un ejemplo personal sobre la rivalidad mal entendida: "Nunca oculté que de pequeño, en Llanes, jugué partidos con la camiseta del Sporting. Eso no autoriza a nadie para poner en duda mi oviedismo. Esa gente no tiene ni puñetera idea. Cómo no voy a ser del Oviedo si lo mamé, si a los 18 años ya estaba jugando en el Vetusta".

Sentados frente a frente, Joaquín y Vili resaltan algo que les une, algo cada vez más raro en el fútbol profesional. "Los dos tuvimos la suerte de estar en el mismo equipo toda la vida", dice Evilasio Sánchez, Vili, nacido en Llanes el 24 de mayo de 1956, que jugó 304 partidos de Liga con el Oviedo entre las temporadas 1978-79 y 1988-89. Joaquín Alonso González (Oviedo, 9 de junio de 1956) estuvo en el primer equipo del Sporting desde la temporada 1976-77 hasta 1991-92, jugando 514 partidos de Liga, 479 de ellos en Primera División.

El derbi del domingo en el Carlos Tartiere llegará, acabe como acabe esta jornada, con el Oviedo por encima del Sporting, algo que Joaquín y Vili relativizan a la hora de hacer valoraciones sobre lo que puede ocurrir en los 90 minutos más esperados por las dos aficiones. "Contra el Alcorcón y el Lugo vi bien al equipo", señala el exsportinguista, que mira por encima del marcador: "En Lugo quitas dos o tres cosas puntuales y el Sporting hizo un buen partido. A principios de temporada, sin jugar bien, sacaba los resultados. El Oviedo me parece un equipo que lo tiene muy claro, sabe lo que quiere y a lo que juega. Compite bien, cada jugador conoce perfectamente su rol en el equipo".

"La sensación es que hacemos daño con muy poco", tercia Vili, que como la mayoría del oviedismo da un nombre como la clave de este buen momento: "Anquela es un currante. Jugué contra él en tres equipos diferentes y ya entonces era un competidor nato, muy bueno para la Segunda División. El Oviedo es muy seguro atrás, nos meten pocos goles, y con mucha potencia arriba".

Demasiada exigencia

Vili comprende la euforia de la afición azul, pero lanza una advertencia: "La exigencia es tremenda y ahora parece que no meterse en el play-off es un fracaso tremendo. La idea es formar un equipo fuerte y si no es posible subir este año el próximo lo intentamos otra vez. Lo que no podemos hacer es lo que pasó en mi época, cuando cambiábamos diez o doce jugadores cada año".

Joaquín tiene la teoría de que la Segunda División es tan larga que ni siquiera con un resultado adverso en el derbi el Sporting quedaría descartado en la lucha por el ascenso: "Desde que llegó, Baraja está aplicando el sentido común y no creo que sea tarde. El Sporting puede hacer lo que hizo el Cádiz o lo que está haciendo el Oviedo. La sensación, por lo que se ha visto en otras temporadas, es que lo importante es llegar bien al final de la Liga para afrontar con garantías el play-off".

"Veo a diez equipos peleando por los seis primeros puestos", apunta Vili, que incluye al Valladolid y al Zaragoza entre los candidatos. "Es más fácil que se metan Osasuna o Rayo Vallecano que el Lugo", remata Joaquín, que relativiza la importancia de jugar el play-off como tercero o sexto: "Una vez que no consigues el ascenso directo, se trata de llegar en buen momento a las dos eliminatorias. La única ventaja para los que queden tercero y cuarto es que, en caso de empate, no hay prórroga y se clasifican".

Para acabar, después de tanta diplomacia, Joaquín y Vili aceptan echar un poco de salsa al partido de rivalidad. El rojiblanco abre el fuego: "El Sporting está en un buen momento porque salió de un caos económico y contamos con estupendas instalaciones, además del campo más antiguo de España". "Pero si el Sporting no se sabe ni la fecha de fundación", contraataca el azul.

"Otro gran patrimonio nuestro es la afición, con 24.000 socios", dice Joaquín, a lo que responde Vili: "Y nosotros, rozándolos". A la hora de los pronósticos, otra vuelta de tuerca a la moderación. El oviedista, aparte de intuir un 2-1, espera "un partido limpio y que se comporten las dos aficiones". El rojiblanco, sin dar cifras, habla de "ganar demostrando que somos un equipo con aspiraciones de subir".

LA NUEVA ESPAÑA arranca el compromiso de repetir el encuentro la próxima temporada, con los dos equipos en Primera División, aunque con una puntualización de Vili: "Que nosotros subamos directos y el Sporting, si acaso, en la promoción". Joaquín, sin matices, aporta una visión más general: "Sería bueno para Asturias, no sólo por el fútbol, sino por todo lo que le rodea. Me toca viajar mucho y puedo comprobar la repercusión de lo que significa tener un equipo en Primera División".

Aunque para demostrar lo futbolera que es la región, Joaquín expone un caso reciente: "Somos algo especial en el fútbol nacional e incluso internacional. Para demostrarlo siempre explico que hace unos años el Oviedo jugaba en casa con el Cádiz y nosotros con el Racing y había casi 60.000 personas en los campos, el 6 por ciento de la población".

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