Uno de los personajes del mundo de las terapias alternativas que más soliviantan a los médicos y científicos es Josep Pàmies. Se define humildemente como agricultor jubilado, pero tiene una legión de seguidores. Predica que el uso de determinadas plantas puede llegar a curar el cáncer, una afirmación suya que posteriormente desmintió, tras el escándalo de sus detractores. No obstante, culpa a la quimioterapia de miles de muertes. En sus visitas a Asturias, la Asociación de Divulgación Científica lanzó una denuncia pública para que ningún Ayuntamiento prestase un local donde pudiera organizar algunas de sus charlas y lanzar sus teorías que, sin ninguna base científica, desacreditan los medicamentos científicamente probados. Entre otras afirmaciones, este agricultor -en la imagen en una charla en Nava- culpa a las vacunas de producir enfermedades y anima a los padres a no vacunar.
