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Las sendas, el tesoro abandonado de Asturias

Más de la mitad de las rutas homologadas con la marca internacional tienen deficiencias en la señalización o tramos intransitables por la maleza

La senda verde del Raigosu

"Asturias tiene un tesoro desaprovechado". Ésa es una sentencia en la que coinciden todos los amantes del senderismo del Principado, que cada fin de semana se lanzan a las rutas y sendas en busca de su "chute" de naturaleza y verde. "Hará tres años, la Federación deshomologó como cien caminos. Para cualquier político es muy bonito abrir una senda, pero lleva un mantenimiento que no se cumple", sentencia José Ramón Magdalena, presidente del grupo El Alba, de Pola de Laviana, aunque, eso sí, en su concejo no tiene queja: "El Ayuntamiento no abre mucho el campo, pero las pocas rutas que tenemos las mantiene a tono".

Desde la Federación Asturiana de Montaña, encargada del estudio de las condiciones de los senderos homologados -aunque la última palabra la tiene el Principado-, ponen en relieve la importancia de tener las rutas en buenas condiciones, no sólo para la práctica del senderismo, sino para la riqueza de la zona. "Hay veces que los ayuntamientos se olvidan de que tienen una ruta y a otros les pilla mal económicamente, pero creo que el mayor error es que muchos no son conscientes del valor añadido que le dan a sus zonas. Una buena ruta ayuda al producto interior bruto de la zona, no solamente con el turismo interior, sino también el exterior. La persona que hace rutas va dejando cierto dinero por el camino", sentencia Manuel Taibo, responsable de seguridad de la Federación.

De las 343 rutas y caminos que tiene registrados la Federación Asturiana de Montañismo, más de la mitad no cumplen con la homologación internacional. Concretamente, 196 aparecen como no homologados en el último estudio que posee la entidad, que se va actualizando poco a poco. "El próximo año tenemos la intención de volver a realizar un estudio exhaustivo, porque éste se nos está quedando un poco obsoleto", señala Antonio Alba, responsable de la sección de senderismo de la Federación Asturiana.

"Para nosotros más del 50 por ciento no cumplen los requisitos para tener el logo de ruta internacional. Otra cosa es que el Principado, que tiene el poder de deshomologar, lo haga. Que tengamos conocimiento, no lo ha hecho con ninguna", sentencia Alba, que explica que hay algunas rutas que mantienen el distintivo pero ya no se pueden caminar por la maleza y la falta de señalización, que hace que los senderistas se pierdan. "En líneas generales, en la región los senderos están muy mal y la mayoría de las rutas que sí están bien tienen algún defecto", añade.

Por si fuera poco, están apareciendo sendas "ilegales". "Las marcas de senda internacional en nuestro país están registradas por la Federación Española de Montaña. Nosotros se las damos a aquéllas que cumplen la normativa, pero nos hemos dado cuenta de que, como son conocidas por todos, hay ayuntamientos que las están utilizando sin que se haya estudiado el camino", afirma Antonio Alba. "Las dos últimas que nos hemos enterado son una en Llanes y otra en Ribadedeva", añade.

Por eso, el responsable de seguridad, Manuel Taibo, recomienda preparar muy bien la ruta antes de hacerla. "En la web de la Federación Asturiana se va actualizando el estado de las sendas según nos van llegando nuevas informaciones. Hacemos advertencias actualizadas", señala. Además, la entidad tiene en marcha una campaña para que los propios usuarios denuncien el estado de las rutas. "Cualquier persona puede hacer unas fotos y mandarnos un comentario para que nosotros podamos hacer un seguimiento más técnico", explica.

Ambos expertos coinciden en recalcar que el responsable de que el camino esté en buenas condiciones es el Ayuntamiento, en la mayoría de los casos, y la Administración pública responsable de la zona en el caso de espacios protegidos (el Principado o el Estado). La mayor preocupación respecto al mantenimiento es la seguridad. Manuel Taibo, que es también miembro del Comité español de Seguridad en Montaña, tiene claro que la "irresponsabilidad" de las administraciones puede ser un peligro para los senderistas. No es una conjetura, porque ya ha ocurrido. "En la Senda del Oso, la mancomunidad de municipios tuvo que hacerse cargo de la sentencia por un accidente de una persona que se cayó porque rompió una barandilla", recuerda Taibo.

Y al margen de la seguridad está la imagen de dejadez que se da a los que visitan Asturias en busca de naturaleza. "Nosotros entendemos que el mantenimiento es un coste importante para las administraciones, pero si siguen en buen estado, la gente va a confiar en la marca Asturias. Ahora hay una mala imagen, porque los usuarios se encuentran con que la señalización no se ve, el camino está lleno de maleza o deteriorado por argayos. Si esperan contar con caminos despejados y bien indicados, le vamos a complicar la vida", comenta Manuel Taibo.

Como ejemplo de lo que hay que hacer con una ruta, desde la propia Federación resaltan el trabajo que se realiza en la Senda Naviega, que cada año, al margen de las visitas habituales, reúne a unas 4.000 personas, llegadas no sólo de otros puntos de España sino también de otros países, en la Marcha Naviega. La Peña Furada de montaña se ha encargado de impulsarla. "Somos los fundadores de esa senda. Cuando empezamos a hacerla, la mayoría de los tramos eran por propiedad privada. Viendo el auge que tiene, el Ayuntamiento de Navia se ha implicado al máximo. Ya se han dado cuenta hace mucho tiempo de que es un privilegio", explica José Santos, presidente del grupo de montaña del concejo. "Yo creo que es la mejor senda de toda Asturias, es un paraje que no está invadido por la construcción y está muy bien señalizada", explica Santos. Hace menos de un mes, por ejemplo, 400 personas se lanzaron a recorrerla en una maratón.

Pero el encanto de la ruta de Navia no se queda en las actividades programadas. "Como el nombre de la senda ya suena mucho y los peregrinos del Camino de Santiago pasan cerca del punto de inicio, a veces se desvían para recorrerla. Hace unas semanas vino un grupo catalán que tenía previsto seguir el camino otros tres días, pero al final les gustó tanto que se quedaron haciendo la ruta y conociendo la zona hasta el final del viaje. Nos dijeron 'procuren conservarlo'", comenta el presidente de Peña Furada.

Por eso lamenta, como amante del senderismo, que otras rutas estén en condiciones muy diferentes: "En la mitad de las que hay, la gente se pierde. Para nosotros no es tanto, porque sabemos movernos y estamos al día del estado de las sendas, pero alguna vez nos ha tocado llegar a un punto y tener que dar un rodeo por la maleza. Es una pena".

Por su parte, el presidente del grupo El Alba de Laviana se ofrece a informar a todo aquel que lo necesite. "Al margen de la web de la Federación, quizás internet no es la mejor forma de informarse. A nuestro mail llegan cada día consultas sobre la zona y estamos abiertos a que nos pregunten lo que necesiten, porque tenemos información de primera mano, y lo mismo ocurre con otros grupos de montaña. Al final estamos todos en conexión unos con otros", señala el montañero.

Insiste en que las rutas de su zona están en buen estado, pero que otros concejos no tienen la misma suerte: "Tenemos línea continua con el Ayuntamiento, pero eso no quita que veamos lo que ocurre en otros lugares". El presidente del grupo de Laviana afirma que uno de los secretos para esa buena sintonía es hacer proyectos con cabeza. "Son pocas sendas las que tenemos. Lo que hay que hacer, por ejemplo, es programarlas pasando por lugares que requieren menos mantenimiento; por ejemplo, evitar pasar por un riachuelo", sostiene.

De todas formas, Guillermo García, de Castrillón Senderismo, recuerda que no todas las rutas que hacen son las que se homologan con la marca internacional. "A veces se nos olvida que encontrarnos algo de barro o pisar maleza es parte de estar en la naturaleza. Eso no se le puede pedir a una persona que va por primera vez al monte, pero para los que amamos el senderismo tampoco queremos que todo sean caminos de tierra batida", sostiene el presidente del grupo castrillonense, que afirma que por eso "siempre se tuvo el bastón y la vara". Eso no quita que también lamente que las rutas para una "caminata", en lugar de hacer senderismo, estén abandonadas: "Nos gusta que la gente se enganche al monte y ésa es una forma".

Muestra de la riqueza que tiene la montaña asturiana es que este fin de semana Cangas de Onís se ha convertido en epicentro nacional al acoger el primer Día Nacional de la Seguridad en Montaña, organizado por la Federación Española, con la colaboración de la Federación Nacional de Guías de Montaña. "Es la primera vez que se celebra en el país y su objetivo fundamental es impulsar la cultura de la seguridad para disminuir los accidentes en montaña", comenta Taibo.

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