Inquietud, desasosiego y hasta indignación. Así definen su sentir ante el "Brexit" los asturianos afincados o con negocios en el Reino Unido y frente a los convulsos tiempos que se viven en el país por el que apostaron hace años, incluso décadas, para desarrollarse profesionalmente y en el que residen. Cómo afectará la "desconexión" con la Unión Europea al libre comercio es una gran preocupación, pero no tanto como el futuro de las personas que ahora trabajan allí y de las que se lo están planteando, aunque sea de manera temporal.
El chef asturiano Marcos Morán, propietario junto a su padre, Pedro Morán, de Casa Gerardo, la estrella Michelin más veterana del Principado, tiene el restaurante Hispania en Lombard Street, en plena City londinense. Toda su plantilla es española, como también lo es la materia prima de su exitosa cocina. "Todos estamos expectantes. Hay muchísima incertidumbre porque no hay información de lo que quieren hacer ni de lo que va a ocurrir", asegura.
"Me preocupa muchísimo cómo van a afectar las decisiones que tomen sobre las personas, porque hay personal en mi restaurante que lleva allí desde hace cinco años, cuando abrimos. ¿Qué va a pasar con ellos? Y también recibimos en Londres a jóvenes de prácticas, ¿podrán seguir yendo?", plantea el chef asturiano.
"El grado de desconcierto es enorme porque no hay información. Londres es lo que es porque es un crisol de culturas. Sabemos que con el 'Brexit' perderemos todos y, aun así, siguen en ese sinsentido de huida hacia adelante", sentencia Marcos Morán.
Una solución sería, en su opinión, convocar un nuevo referéndum, éste vinculante, porque el chef asturiano está convencido de que vencería el "No". Pero lo ve improbable. "Tendrían que reconocer que se equivocaron y que mintieron, que vendieron una película, y eso no lo harán nunca".
Álvaro Platero, presidente de Astilleros Gondán y accionista de Hispania, señaló que a su sector no le afectará, pero sí a otros. "Lo más preocupante es lo que va a pasar con las personas. La inquietud es enorme".
La avilesina Debra Marcos, médica especialista en el Sistema Sanitario Inglés (NHS), está casada con un británico, y ha solicitado la documentación como residente permanente, requisito previo para solicitar la nacionalidad. "La gente asume que por estar casada con un británico te dan la nacionalidad, pero es totalmente falso". "El NHS depende en gran medida de personal internacional y europeo, y todo el mundo está muy preocupado porque los europeos se están yendo a un ritmo acelerado y casi no llegan, y por los proyectos de investigación, porque están financiados en gran medida con fondos europeos y se basan en leyes europeas, y a fecha de hoy nadie sabe qué va a pasar".
Debra Marcos califica el "Brexit" de "xenofobia encubierta, y se nota un cierto tono de hostilidad en la calle, no así en Londres a nivel profesional. El país ha votado a la ligera, irresponsablemente, sin ninguna capacidad de raciocinio, algo que les va a afectar directamente en su día a día y a las generaciones venideras, y todo en base a burdas mentiras. Se ha buscado una cabeza de turco (los inmigrantes y la Unión Europea) a los problemas que tenemos en este país. Y siguen hacia delante, aunque sepan que hay sólo un precipicio a sus pies y que habría fórmulas dignas de parar este desastre, como un segundo referéndum que sea vinculante, porque el primero no lo era". El marido de Debra trabaja en el sector bancario "y sus pronósticos no son nada halagüeños, el país ya está en crisis".
Zequi Rodríguez, ovetense y directora de Marketing y Operaciones, asegura que el Reino Unido "no es el país que nos encontramos algunos hace 15 o 20 años, estamos en un 'sinking ship' (un barco que se está hundiendo). Hay signos inequívocos de que vamos de cabeza hacia una recesión. El 'Brexit' tendrá un impacto devastador en los impuestos y ya lo está teniendo en los servicios públicos, los salarios, el comercio y las inversiones. Muchos encontramos un país lleno de oportunidades, en donde independientemente de tu nacionalidad era mucho más fácil crecer profesionalmente por tus méritos y experiencia, no como en España. Hoy en día, aunque no es todavía legal que lo hagan, muchas empresas, agencias de colocación o bancos (si solicitas una hipoteca o préstamo) preguntan si tienes pasaporte inglés o un permiso de residencia permanente; no se fían de que nos vayamos a quedar o si reuniremos los requisitos legales para quedarnos en el futuro". Su marido se dedica a las finanzas "y su empleo, como el de la mayoría de los trabajadores de la City londinense, está en el aire. Estamos a la expectativa de ver qué pasa".
María Wilson (adoptó el apellido de su marido) lleva 23 años en el Reino Unido. Directora de operaciones, asegura que a nivel personal "me afecta mucho más el aislamiento que sufrimos por falta de vuelos a Asturias que el 'Brexit'". Reside en una zona de tradición liberal londinense y afirma que "sólo he recibido apoyo, comprensión y simpatía". Pero esta gijonesa sí ha empezado a ver el impacto del "Brexit", "y como en todo, este tipo de políticas y la hostilidad que conllevan afectan siempre a los mismos, a los más vulnerables, en particular a los europeos del países del Este". Y añade: "Ahora mismo estoy en medio del engorroso proceso de sacarme la nacionalidad británica, al igual que pasaportes españoles para mis hijos, por ahora mis tres hijos y mi marido sólo tienen el británico. Entonces podré votar, como no pude en el referéndum del 'Brexit', y mi familia se seguirá beneficiando de tener un pasaporte europeo. Somos unos privilegiados por ello. No tenemos intenciones de mudarnos, aunque mi marido ha sugerido tímidamente que nos vayamos a Escocia, su tierra natal y territorio 'anti-Brexit'".
