La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El modelo belga: un Parque de Aventuras Científicas para la comarca avilesina

Es expresión común en los debates en curso sobre qué hacer con nuestro patrimonio histórico industrial y máxime con la presión de final de ciclo industrial que comienza a afectar a las industrias de cabecera de Asturias el opinar que hay demasiados museos o instalaciones histórico-industriales recuperados en nuestra región.

Tan desafortunada es esa manifestación cuando aún no se ha conseguido poner en pie un discurso museográfico representativo y coordinado de la historia industrial de Asturias, al menos en sus sectores principales: siderurgia, minería en general, no sólo la de hulla, metalurgia (del aluminio, cinc, etcétera) o del vidrio.

Nuestro verdadero potencial en el ámbito industrial estuvo y está circunscrito aún a estas industrias de cabecera y el panorama no estará completo hasta que se pueda incorporar al elenco de estos patrimonios la energía eléctrica de la que se nutren, en la que Asturias también es una potencia en algunas de sus modalidades.

Dando ahora por sentado el camino a recorrer de ese discurso básicamente necesario para poner en valor la cultura histórico-industrial de Asturias, cabe cambiar el chip y abrirse al siguiente argumento del hipotético desarrollo de estas ideas sobre conservación y rehabilitación del patrimonio industrial de Asturias.

Busquemos otros usos -de interés público y social también-, pero no necesariamente culturales o vinculados a una musealización que interprete literalmente lo industrial. Nos estamos refiriendo en este momento y lugar -la previsible finalización de la actividad de las Baterías de Coque de Arcelor-Mittal en Avilés- a la posibilidad de conservar las instalaciones actuales e introducir un programa de usos vinculados a la ciencia y en clave de aventura.

Probablemente no exista en España un Parque de Aventuras Científicas (como el existente en Mons, Valonia, Bélgica, en un antiguo pozo de carbón) y menos instalado en torno a un patrimonio industrial desactivado. Dadas las condiciones de escala y composición arquitectónica, tanto en programa funcional como en diálogo infraestructural sería un complemento ideal del Centro Niemeyer y colocaría a Avilés en una posición de privilegio respecto a la oferta de turismo industrial y cultural en España.

Compartir el artículo

stats