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El death metal, esa música negra y violenta que irradia felicidad y alegría

Un estudio de un grupo de psicólogos australianos derriba mitos y asegura que los fans de la música extrema son alegres, inteligentes y reflexivos

El grupo sueco "Bloodbath"

"Algo dentro de mí está saliendo, siento ganas de matarte". Así, sin medias tintas, directa a la yugular, arranca una de las canciones más conocidas del death metal, un género musical en el que abundan las voces guturales, las guitarras afinadas en tonos graves y letras que describen de forma muy detallada asesinatos, descuartizamientos o suicidios. Ese verso inicial pertenece al tema "Hammer smashed face", algo así como "Cara rebanada por un martillo". Ya pueden imaginarse cómo son el resto de estrofas del grupo "Cannibal Corpse" ("Cadáver Caníbal"). Esta fue una de las canciones que utilizó un grupo de psicólogos australianos para realizar un estudio cuyos resultados pueden resultar, cuanto menos, chocantes para muchos. Tanto o más que esas agresivas letras. Sentencia el equipo de investigadores que escuchar death metal no inspira violencia. Todo lo contrario, estas canciones provocan felicidad. Irradian alegría y no ganas de matar.

Parece una paradoja, pero no lo es tanto. "Desde el negro, la vida se ve color de rosa", resume Simón García, cantante de la banda de Puerto de Vega de death metal "Legacy of Brutality". "A nosotros la música triste nos hace felices y la violenta nos relaja. La temática gore nos divierte, la social y medioambiental nos hace pensar. Tenemos clara la diferencia entre ficción y realidad, y por eso podemos disfrutar del terror y el gore, pero sentimos absoluta repulsión por la muerte violenta de cualquier persona", añade. A la misma conclusión llegaron los psicólogos australianos de la Universidad Macquarie de Sidney liderados por el profesor Bill Thompson. Tras presentar los datos del estudio, el docente llegó a decir que los aficionados al death metal son "gente agradable".

La premisa de la que partían los investigadores era la de tratar de averiguar cómo puede la gente disfrutar de una música tan violenta. Y se fueron al extremo. En el death metal encontraron letras con detalladísimas descripciones de asesinatos, decapitaciones o suicidios. Seleccionaron varias canciones con ese tipo de contenido gore y con agresivas melodías musicales. Y se plantearon preguntas del tipo: "¿La tendencia a disfrutar de música violenta está asociada con determinados atributos de la personalidad?". Los mitos y estereotipos se derrumbaron enseguida, al ritmo del doble bombo tan característico del género. En el estudio participaron 48 aficionados a este estilo musical y otros 97 que no lo eran. Los primeros obtuvieron numerosas emociones positivas cuando escuchaban estas canciones, como poder o alegría, pero ni rastro de ninguna reacción emocional negativa. Para los que no estaban habituados al género el resultado fue el opuesto. Sufrían de tensión, miedo y enfado mientras la música sonaba.

A los death metaleros no les cuesta mucho esfuerzo disociar fácilmente las respuestas emocionales de las letras violentas y centran su atención en otros factores, como el ritmo de la música, señala el estudio. "Somos personas absolutamente normales, sensibles y sin ningún tipo de sociopatía", defiende Simón García. Sirva de muestra para afianzar esa afirmación la cuenta personal en Instagram de George Fisher, cantante de "Cannibal Corpse", ese grupo que, como recordarán, habla, entre otras cosas, de rebanar cabezas a martillazos. En la última foto que posteó aparece abrazado a un enorme peluche rosa que asegura que ganó en una tómbola. No es la única instantánea que tiene sujetando un peluche. La mayoría, rosas también. "La impresión que transmite el estilo y la apariencia de los fans es hasta cierto punto amenazadora y fuera de una supuesta normalidad, pero nada más lejos de la realidad", señala García. En una entrevista en un medio americano se le preguntaba a George Fisher si sus dos hijas conocían las letras de la banda. "Conocen el grupo, pero no todas las letras de las canciones, ni otras cosas", reconocía.

El cantante de la banda sueca "Bloodbath", Nick Holmes, cuya canción "Eaten" ("Comido") -ya pueden intuir el sentido de las letras- fue incluida en el estudio, asegura que las letras "son una diversión inofensiva". "El death no invita a la violencia ni invoca el caos, alude a una estética, como el power metal, alude a los dragones, sin una connotación más allá", señala la doctora en Musicología en la Universidad de Oviedo Julia Martínez-Lombó, autora de un libro sobre la historia del heavy metal asturiano.

El psicólogo Bill Thompson, tras pasar horas rodeado de metaleros, concluyó que: "La mayoría de fans del death son personas inteligentes y reflexivas". Sin rastro de rasgos asesinos, lo negro, al final, también es de color de rosa.

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