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Nidos sobre teitos, una singularidad perdida

La accidentada historia de la cigüeña blanca en Asturias tiene un episodio singular en Somiedo, donde las parejas que eligieron el pueblo de Santa María del Puerto para levantar su morada lo hicieron sobre teitos, es decir, edificaciones con techumbre vegetal, un símbolo del Parque Natural y del patrimonio etnográfico de Asturias. La primera pareja de la que se tiene constancia perdió su asentamiento en 1936, como un daño colateral de los que sufrió la localidad durante los enfrentamientos de la Guerra Civil. Aparentemente, hubo un primer intento de recolonización en la década de 1960, pero la cigüeña no retornó de forma efectiva al pueblo hasta 1993, cuando una pareja construyó su nido sobre uno de los últimos teitos de El Puerto, y lo ocupó hasta 2009, sacando varias polladas, incluida una de tres cigoñinos, en 2006. De nuevo, la destrucción del teito, esta vez por puro abandono, provocó la desaparición de la especie, que, pese al nido artificial instalado para invitarla a ello, no ha vuelto a intentar el anidamiento en el alto somedano, si bien la pareja siguió viéndose varios años por la zona, aún hoy frecuentada por cigüeñas.

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