Hay multitud de ejemplos de bacterias que conviven en simbiosis con otros organismos del planeta. Pero hay un ejemplo muy singular y llamativo. Las bacterias se han aliado con ingenieros del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) para ayudarles en el diseño de ropa deportiva transpirable bajo demanda. Los ingenieros han diseñado unos tejidos porosos. Estos poros se abren o se cierran en función del sudor y necesidades de transpiración del deportista. Y son las bacterias las encargadas de la apertura o cierre de los poros.

Las bacterias se hinchan cuando el ambiente es húmedo, lo que provoca la apertura de los poros. El resultado es espectacular, ya que las bacterias son capaces de abrir mecánicamente los poros de la camiseta en plena actividad deportiva.