críticas

Califragilístico

No es Koreeda un cineasta que destaque precisamente por su originalidad. Y no importa. No la busca: está demasiado ocupado contando historias extraordinariamente humanas sobre personas a las que acabamos conociendo en profundidad a partir de pinceladas que ahuyentan los subrayados y las soluciones fáciles. Con su ritmo pausado y su cámara invisible, el director lleva al espectador al lugar que quiere sin que nos demos cuenta. El drama transparente, sin estridencias. El universo de la familia que tanto le obsesiona se expande en Un asunto de familia con la delicadeza y el desgarro que solos los maestros en esto de narrar pueden reunir en un mismo plano. Una maestría no siempre presente en sus obras anteriores, en las que merodeaban momentos de un sentimentalismo incómodo, pero que aquí alcanza la perfección a partir de una trama mínima y una intensidad emocional máxima. Seres dañados por una sociedad inmune a la compasión protagonizan esta historia de una familia de pequeños ladrones que se queda con una niña que procede de un hogar (tal vez) tóxico. Los engaños de las apariencias, los vínculos no siempre diáfanos, las confusiones de la condición humana habitan esta obra que conmueve y remueve.

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