Sin tiempo

El prólogo está bien. Bueno, a ver, no es una maravilla pero resulta inquietante y está rodado con brío: las paredes de una estancia van comiendo el espacio al desgraciado que está atrapado en ella intentando encontrar la solución para que se detengan. Lo que viene después no está a la altura. Un casting racialmente correcto como se estila en Hollywood se mueve como pez fuera del agua con un guión atrapado por clichés de todo tipo y condición. Lo que da más miedo es que el epílogo en plan Destino final invita a pensar que habrá secuela. Horror.

Compartir el artículo

stats