Algunos animales nos sorprenden con increíbles hazañas en lo que respecta a la regeneración de diferentes partes de su cuerpo. Si cortamos la pata a una salamandra, automáticamente la regenerará. Algunos lagartos Gecko se desprenden de sus colas cuando se sienten amenazados por sus depredadores; de esta forma logran distraerlos. Una vez cesa la amenaza, la cola vuelve a crecer. Gusanos, medusas y algunas anémonas de mar son capaces de regenerar sus cuerpos tras ser cortados a la mitad.
Un grupo de investigadores ha descubierto en gusanos una serie de "interruptores de ADN" que parecen controlar el proceso de regeneración. El estudio ha sido publicado en la revista "Science" y ofrece pistas para tratar de activar la regeneración en otras especies como los seres humanos.
