Poco después del Big Bang, el Universo estaba formado por unos pocos tipos de átomos, esencialmente hidrógeno y helio. Los científicos postularon que el hidrógeno y el helio se combinaron para formar la primera molécula del Universo, el hidruro de helio. Esta molécula parecía ser clave para la formación de otras moléculas. Pero todo esto eran especulaciones sin verificación experimental.
Tras varias décadas de intensa búsqueda, un grupo de científicos detectó en nuestra galaxia hidruro de helio. La molécula fue localizada en una nebulosa planetaria bautizada como NGC 7027 y situada a unos 3.000 años luz de la Tierra. Para "fotografiar" esta escurridiza molécula hicieron uso de SOFIA, un observatorio móvil de la NASA que viaja en un avión por las capas altas de la atmósfera.
