En el gran escenario de la condición humana, Siri Hustvedt y Peter Brook serían dos actores, que no estrellas, fuera de lo común. La premio "Princesa de Asturias" de las Letras, que se define como escritora y feminista, es autora de una obra ensayística y de ficción, en la que se entremezclan el arte, la ciencia y su precisa y desbordante imaginación. Brook, premio de las Artes y gran maestro de la escena contemporánea, mantiene a sus 94 años la fuerza del que todavía busca y encuentra.
Escuchándoles ayer, se aprecia que tienen al menos tres cosas en común: su afán por hacerse preguntas; su destacado y feliz trabajo intelectual al que dedican tiempo y esfuerzo; y la importancia que ambos dan al humor y la risa.
Hustvedt ha dedicado mucho tiempo a escribir sobre preguntas inmediatas, ha declarado que cuanto más sabe, más preguntas se hace. "Cuantas más me hago, más leo, y esas lecturas me llevan a hacerme más. No se acaba nunca".
La última obra de Brook, estrenada en la Fábrica de Armas de Oviedo, se titula "Why?" (¿Por qué?). Brook reiteró ayer uno de sus lemas vitales y teatrales, citando al gran Shakespeare: "Tenemos que seguir adelante hasta el último momento", y Shakespeare siempre está delante, nunca detrás.
El autor de la puesta en escena del mito hindú "Mahabharata" considera blasfemo que se le defina como creador. "Intento hacer algunas cosas con los medios que tengo a mi disposición lo mejor que puedo".
Hay dos palabras que tienen para él un significado profundo: "compartir" y "útil". Si la acción teatral logra conmover a una sola persona, ya es útil. Y el teatro vivo es aquel que logra unir lo que él llama "teatro santo", aquel que pierde el contacto con la Tierra porque alcanza una fuerza divina más allá de nuestra comprensión, y el "duro", el que conecta con lo inmediato, con la experiencia.
Brook cree en el poder del amor y de la risa para superar los malos momentos. Hustvedt también reivindica el humor y la comedia para, en su caso, combatir las "distintas formas de denigración" o las "preguntas hostiles" por su condición de mujer intelectual.
El día a día de ambos es shakesperiano. Siempre mirando hacia delante. Con la pasión de quien siente que el viaje de la vida es fascinante.
