Hay una parte del público asturiano con apego por el mundo rural y por las tradiciones que le gusta escuchar a artistas con voces limpias, con cierto aire a tonada y con letras que tocan la fibra del que se siente de la tierrina. Nando Agüeros ha calado hondo entre este tipo de público hasta el punto de adoptarlo como parte de sus raíces, aunque sea de Cantabria. Quizás, porque en Asturias hay carencia de artistas que sigan esa línea desde hace muchos años (probablemente, desde que Víctor Manuel buscó tierras más prósperas) o porque las fronteras entre Asturias y Cantabria son un poco ficticias. El caso es que el de Torrelavega lo tiene fácil porque cumple con todos los requisitos: buena voz, estilo clásico, buen porte y un cierto aire de orgullo y de nostalgia en sus letras que evocan tradiciones y emigración.

Hacía semanas que se habían agotado todas las entradas del concierto en el teatro de la Laboral para celebrar su vigésimo aniversario de carrera artística. Desde el primer tema "Cantábrico", hasta la popular "Viento del Norte", sonaron veinticuatro canciones de lo mejor de su amplia discografía, evocando a " La lluvia" o a "La Santina", pasando por "Mi viejo Pueblo" y por Galicia hasta "El restallar de Asturias", dando paso al último tema que ya es todo un himno. Una selección de canciones muy apropiada para el lugar del concierto.

Se acompañó de siete músicos y entre los instrumentos no faltó la gaita, el violín o el acordeón que tanto gusta en esta tierra y le dan ese aire celta. Los siete arroparon una voz limpia y franca, modulando y luciendo varios registros con alarde de potencia pero sin tener que estar siempre al límite de su tesitura, como hacen otros cantantes. Es comedido y conoce muy bien donde están sus fronteras. No hubo sorpresas, todo estaba medido al milímetro y todo sonó con corrección, con los deberes hechos.

En lo que más destaca Nando Agüeros es en su estilo para componer letras y ese gusto por las rimas lo lleva hasta las llamativas presentaciones de los músicos en directo. Cada uno de los componentes tuvieron su rima, como muestra presentó al guitarra diciendo: "En ese mundo tan nuestro de acordes y telecasters, de trotamundos con máster he aquí un buen maestro, Eduardo Basterra Baster".

La velada terminó con todo el público cantando los versos de "Viento del Norte" y los aplausos fueron bien sonados. Dejando a un lado los gustos de cada uno hay que reconocer que Nando Agüeros se ha forjado una carrera que bien merece los reconocimientos que está teniendo y seguro que los éxitos no le darán la espalda en un futuro.