Un estudio realizado en la Universidad de California en Santa Bárbara ha determinado mediante una serie de algoritmos cómo seleccionamos pareja. Todo indica que elegimos más en función de un análisis mental de costos y beneficios que de acuerdo al atractivo u otras condiciones. En un futuro, el sistema podrá predecir la longevidad de las parejas y determinar las mejores opciones posibles para quienes se encuentran solos.

Cada persona busca a su compañero o compañera de forma diferente. Hay quienes esperan por años a la pareja perfecta, otros se inclinan por seguir sus impulsos y cambian constantemente hasta dar con la persona ideal. Algunos privilegian el atractivo, otros la compatibilidad de carácter o personalidad... ¿Es posible que un algoritmo determine condiciones en un tema tan profundamente humano, contradictorio y subjetivo?

Según un estudio realizado por el profesor Dan Conroy-Beam, especialista del Departamento de Ciencias Psicológicas y Cerebrales de la Universidad de California en Santa Bárbara, el modelo informático desarrollado junto a su equipo logra explicar por qué elegimos a una persona y no a otra, entre otras cuestiones de importancia. La investigación fue publicada en la revista Personality and Social Psychology Review.

De acuerdo a un comunicado, el modelo de «simulación de pareja» utiliza diferentes algoritmos, cada uno de los cuales fue puesto a prueba en distintas situaciones. Algunos de ellos se basaban en la elección de pareja mediante el atractivo, otros por una serie de atributos esperados. También existía una opción basada en la compatibilidad de personalidades a largo plazo y, por último, un modelo que trabajaba en función de un análisis de costos y beneficios.

Selección analítica

Utilizando un sistema de agentes virtuales o avatares, los investigadores fueron probando los resultados de los distintos algoritmos, determinando cuáles de ellos tenían más éxito para conformar parejas. Aunque todos probaron ser eficaces en casos particulares, el algoritmo que demostró mayor eficiencia en términos generales fue el orientado a analizar los costos y beneficios.

¿Qué quiere decir esto? El denominado Modelo de Asignación de Recursos (RAM, según sus siglas en inglés) establece que la selección de pareja se concreta a través de un análisis mental, ya sea consciente o inconsciente, que cada persona realiza. En el mismo, se comparan y cotejan las características de cada potencial pareja, hasta encontrar aquella ideal para destinar recursos escasos, como el tiempo, el dinero o la energía que se enfocará a la relación.

Aunque parezca alejado de aquello que se piensa habitualmente, este modelo analítico superó en las pruebas a otros que, en primera instancia, parecerían más afines con la forma en la cual las personas eligen pareja tradicionalmente, como el basado en la compatibilidad de personalidades o el centrado en el atractivo.

Mayor eficacia

Según los especialistas, el modelo RAM alcanzó una efectividad del 45% en la selección de parejas, en función de las simulaciones realizadas. Aunque todavía queda un largo recorrido para que pueda ser considerado un método eficaz en la vida real, los científicos creen que reúne las condiciones necesarias para lograrlo en un futuro cercano.

Entre otros aspectos, el modelo también descubrió que el atractivo en una potencial pareja crece recíprocamente: mientras más se "persigue" a una persona, la otra parte también incrementa su interés hacia quien la desea.

Además, los expertos indicaron que de aquí en más buscarán perfeccionar su modelo hasta que sea capaz de predecir la mejor pareja para quienes estén buscando un compañero o compañera. También será capaz de determinar un promedio de tiempo estimado para la duración de cada pareja, en función de una serie de atributos como las personalidades de cada integrante o su perfil psicológico.

Referencia

Couple Simulation: A Novel Approach for Evaluating Models of Human Mate Choice. Daniel Conroy-Beam. Personality and Social Psychology Review (2021).DOI:https://doi.org/10.1177%2F1088868320971258

Foto: Cody Black en Unsplash.