Tus células pueden oír: el sonido puede modular la actividad genética

Los sonidos tienen la capacidad de "moldear" la dinámica genética y, potencialmente, podrían producir cambios en procesos corporales. Se trata de un descubrimiento clave para una mejor comprensión de la actividad celular y para el diseño de nuevas terapias no invasivas.

Un equipo de investigadores de la Universidad de Kyoto, en Japón, ha revelado que las células pueden "escuchar" y responder al sonido, un hallazgo que podría abrir nuevas vías para tratamientos no invasivos en medicina. La investigación se ha publicado recientemente en Communications Biology.

En su estudio, los científicos expusieron células musculares de ratón a diferentes frecuencias sonoras, incluyendo ruido blanco, un tono de 440 Hz y otro de 14 kHz. Tras 24 horas de exposición, observaron cambios en la actividad de 145 genes, especialmente aquellos relacionados con la diferenciación de adipocitos, el proceso por el cual las células precursoras se convierten en células grasas. 

Células influenciadas por sonidos

Según una nota de prensa, las células expuestas al sonido mostraron aproximadamente un 15% menos de contenido graso, independientemente de si la exposición fue continua o intermitente durante tres días. Este sorprendente descubrimiento se basa en investigaciones previas del mismo equipo en 2018, donde se demostró que ciertas ondas sonoras pueden suprimir genes, afectando procesos como la formación ósea y la cicatrización.

El estudio desafía la noción tradicional en torno a que la percepción del sonido está mediada únicamente por órganos receptores como el oído y el cerebro. En cambio, sugiere que las células individuales pueden detectar y responder a estímulos acústicos, algo que podría tener implicaciones significativas en el desarrollo de terapias para diversas condiciones médicas.

Nuevas terapias

Considerando que el sonido es una forma de energía no material, su aplicación en tratamientos médicos podría ser segura, inmediata y no invasiva. Los investigadores planean continuar explorando cómo diferentes frecuencias y patrones sonoros pueden influir en distintos tipos celulares, con el objetivo de desarrollar terapias acústicas personalizadas.

Este avance abre la posibilidad de utilizar el sonido como herramienta terapéutica para modular la actividad genética y celular, ofreciendo nuevas perspectivas en el tratamiento de enfermedades metabólicas, regeneración tisular y otras áreas de la medicina.