La economía colaborativa está en auge en la sociedad actual. Hace años se implantó el concepto del coworking, lo que se entiende como compartir el espacio de trabajo con otras personas con las que no se tiene ninguna relación profesional. Cuando se instauró esta moda en nuestro país, nadie se imaginó que funcionaría tan bien y que pronto se convertiría en una fórmula utilizada por muchos.

Pero los tiempos evolucionan y el coworking ha dado un paso más allá. Ahora se está implantando en las grandes ciudades una fórmula que ya está triunfando en otros países europeos: el coliving. Su origen se remonta a Sillicon Valley. Profesionales de todo el mundo llegaban a este núcleo a trabajar y sociabilizar. Había escasez de vivienda y surgieron edificios que alquilaban las habitaciones, eran una evolución de los clásicos 'roommates'. El objetivo es convivir en un mismo inmueble, con un espacio reducido de privacidad (una pequeña habitación) y áreas comunes que fomenten la colaboración y la interacción entre los habitantes. En definitiva, crear 'comunidad'.

Todo surge por una necesidad. El de unir a personas con intereses comunes que se pueden retroalimentar con sus conocimientos. Cada coliving tiene su filosofía y está dirigido a un tipo de público. Por ejemplo, en Madrid, existen diferentes coliving que están dirigidos para profesionales que están empezando o emprendedores que quiere montar sus empresas. Cuentan con habitaciones privadas y amplios espacios comunes donde conocer a otras personas e intercambiar conocimiento. La estancia media en este tipo de espacios ronda los 9 meses.

Sin embargo, hay otros espacios enfocados a los 'nómadas digitales', como nos cuenta Jon, cofundador de Sun and Co, un coliving localizado en Jávea (Alicante). "Nosotros ofrecemos una mezcla entre un hotel, pero con coworking", nos cuenta.

Edu tenía la casa de sus abuelos vacía en pleno centro histórico de Jávea. Él, de profesión arquitecto, decidió reformar el edificio y lo abrió como un hostal. Los primeros años funcionaba muy bien en verano, pero en invierno estaba vacío. Edu quería desestacionalizar su negocio. Decidió acudir a una conferencia de coworking y allí conoció a Jon, que trabajaba en Escocia en un espacio de coworking. Así surgió Sun and Co.

Crear comunidad

"La principal diferencia entre una habitación en casa compartida y un espacio de coliving es que detrás del coliving hay una persona detrás que está intentado que la gente se conozca y conecte", afirma Jon. En Sun and Co, todos los lunes se reúnen sobre las 7 de la tarde. Lo llaman el "family meeting". Se juntan todos los que en este momento habitan la casa y deciden qué va a pasar en el resto de semana. Hay dos eventos: los profesionales y los sociales. "Creemos que la mejor forma de crear comunidad es cuando la gente da sin esperar nada a cambio", nos relata Jon. Por eso, los eventos que se van a llevar a cabo durante la semana están liderados por un miembro de la casa (o como se conocen dentro de este mundo, 'coliver').

Si hay un experto en la venta de productos en Amazon, puede ofrecerse a dar un pequeño seminario al resto. O si a alguien le gusta el surf, puede liderar una escapada a practicar este deporte con el resto de la casa. Incluso, hay gente que prepara una cena o una tarta para el resto. Jon asegura que "cada miembro intenta dar algo de vuelta a la Comunidad".

¿Quiénes son los 'colivers'?

El público que acude a los coliving pertenece en su mayoría a la generación de los 'millennials. Internet ha provocado que cada vez más gente no tenga que trabajar en una oficina y pueda trabajar desde donde quiera. Cuando se trabaja en remoto, se puede hacer desde cualquier parte del mundo. Esto es lo que se conoce como "nómadas digitales". Aunque en España hay algunas personas que ya trabajan 100% en remoto, la mayoría es de otros países de Europa y Estados Unidos. Este es el público de Sun and Co, personas que deciden trabajar un mes desde Jávea, otro mes desde las Islas Canarias y otro desde Asia.

En los coliving se ofrecen las mismas comodidades que ofrece un hotel. En Sun and Co la estancia mínima es de una semana. Una habitación privada al mes te sale a 1.200 euros (300 euros por semana). En el caso de compartir una habitación entre 4, el precio es de 600 euros al mes (150 euros a la semana).

El público que tiene la necesidad de trabajar elige estos espacios porque puede interactuar con personas en sus mismas circunstancias y hay apartados de la casa dedicados a la concentración. Y cuentan con un acceso a internet de calidad. Ventajas que en otros alojamientos quizás no pueden encontrar a la hora de trabajar. "Nosotros no aceptamos en Sun and Co a un turista que quiere ir de vacaciones a Jávea", nos explica Jon. En este espacio solo admiten personas que tengan un proyecto empresarial o que trabajen en remoto.

Aunque no todos los coliving están destinados a 'nómadas digitales', otros están pensados para emprendedores o para profesionales que acaban de encontrar un trabajo en una gran ciudad y deciden mudarse a uno para compartir con otras personas con la que tienen intereses en común. En estos casos, los alojamientos suelen ser de más larga duración.

Por ejemplo, los coliving destinados a emprendedores cuentan con espacios amplios y salas de reuniones donde pueden llevar a cabo sus actividades empresariales. Según datos aportados por el "II Observatorio de la Vivienda en España", elaborado por Century 21, actualmente un 0,3% de las personas entre 18 y 34 años vive en este tipo de espacios.

En el precio del coliving se incluyen los gastos y servicios como luz, WiFi, toallas, limpieza, agua... Los habitantes no deben ocuparse de estas gestiones, tanto si es por corta duración como si es por larga duración.

En Sun and Co el 99% de los 'colivers' son extranjeros, procedentes de Estados Unidos y el norte de Europa. La edad media son 33 años, y en su caso alojan más mujeres que hombres, aunque nos explican que, en otros espacios, suele haber más hombres porque la profesión que más trabaja en remoto es la de programador, y es un mercado donde hay más presencia masculina. Aunque la mayoría de profesionales son desarrolladores, también tienen gente que se dedica al marketing digital, periodistas, blogueros, diseñadores... Y el 85% de los 'colivers' están solteros.

En estos espacios no solo alquilas techo y cama, sino que compartes experiencias con personas afines a ti.