Las vajillas originales y con personalidad destacan en las reuniones sociales y familiares, dando un toque pintoresco a la mesa. Esa es la razón por la que cada día son más demandadas en la sección de menaje de las tiendas físicas y de las e-shops.

La vajilla dice mucho de los anfitriones

Un almuerzo o cena con los seres queridos resulta una situación ideal para hacer alarde de las mejores galas. Se utiliza el mantel para ocasiones especiales, se enciende alguna vela, se disponen arreglos florales y se exhiben los cubiertos que fueron regalo de bodas hace ya algunos años y que apenas han sido vistos después.

Pero si hay algo que distingue a una mesa, es la vajilla. No es lo mismo que las tazas de té sean una de cada estilo, que los vasos sean de distintos tamaños o que las fuentes resulten las de uso diario. Una vajilla singular, refinada o con un diseño fuera de lo común habla de los dueños de la casa y de su interés en que sus visitas coman y beban a gusto. Luce bien y la comida se disfruta de otra manera. En suma, una vajilla bien elegida añade placer y bienestar a los comensales, brindándoles una óptima experiencia en la mesa.

Platos y fuentes únicos y sorprendentes

Dar con una vajilla que genere una ilusión de lujo o asistencia a un gran evento en los invitados a una fiesta es algo que se sale de lo cotidiano y que todos recordarán. De ese modo, la tertulia en la intimidad del hogar puede convertirse en la excusa perfecta para que hagamos las cosas de siempre de un modo particular. Servir los platos estrella de los dueños de la casa en una fuente acorde con aquello que se celebra, o brindar un té a las amistades en tazas elegantes y sofisticadas, distintas a las que descansan en la alacena de la cocina, puede suponer una gran diferencia. Apostar por lo distintivo es fundamental.

Cinco modelos de vajilla que jamás fallan

Las vajillas que fascinan a los invitados exhiben detalles singulares y desacostumbrados. Ese es el motivo por el cual roban miradas y dan un toque único a un desayuno, un almuerzo o una cena. Existen muchos modelos que ganan fans entre los foodies. En ellos la comida parece saber distinta. Y es que, en efecto, los platos bien presentados se saborean mejor.

De diseño original y formas geométricas

Es el tipo de vajilla contemporáneo y actual: sofisticado y a la vez informal. Llama la atención por sus formas irregulares que se complementan como si conformaran un curioso puzzle. Por ejemplo, una taza que encaja perfectamente con el plato pequeño en el que se sirve un dulce. Se ve divertida, y sentarse a la mesa con esta vajilla enfrente nos aporta una experiencia 100 % 'instagrameable'.

De colores vibrantes e incluso muy oscuros

Contrasta perfectamente con manteles y servilletas en blanco o beige. Se escapa a lo acostumbrado y permite que las comidas se vean como auténticas obras de arte enmarcadas; algo así como un cuadro dentro del cuadro. Es la típica vajilla para las ocasiones especiales. La misma que logra que nuestros invitados en la mesa se sientan especiales.

Blanco inmaculado con ribetes en plata u oro

En líneas redondeadas, esta vajilla sorprende por la sencillez y el minimalismo llevados a su máxima expresión. Deja que la comida y la bebida sean los verdaderos protagonistas. Se aconseja combinarla con manteles y servilletas de diversos colores; estampados, o incluso a cuadros. Nos aporta seriedad en la mesa y un cierto toque elegante. No falla.

100% artesanal e imperfecta

Se trata de una vajilla de terminaciones rústicas y diseños únicos. Platos ovalados, tazas con asas singulares o fuentes con grabados divertidos. Se trata de una vajilla jovial y desestructurada, que aporta diversión y creatividad a la hora del té o de la cena con gente muy querida. Renueva la energía y proporciona buenas vibraciones al servicio de mesa.

Pintada a mano

Una vajilla formada por piezas únicas que atraen la atención de todos y todas. Y es que la gente ama lo artesanal y hasta lo imperfecto en cuanto a sus formas. Las vajillas de autor, con sello propio y personalidad, ganan adeptos y escapan de la rutina. Suele tratarse de ediciones limitadas y muy coloridas. Cada plato o vaso es un tesoro que añade valor a los platos y las bebidas que en él se ofrecen. Una vajilla pintada a mano por artistas es un 'must have' indiscutible.

Las vajillas de diseño en variados colores y formas permiten presentaciones más atrevidas para una buena receta. Siempre destacan en la sobremesa, durante las tertulias con amigos y familiares, y acompañadas de una cubertería de calidad. Y, sin duda, dejarán con la boca abierta a los invitados. ¿Qué más se puede pedir?