Madrid

Si en «21 gramos» el cineasta mexicano Alejandro González Iñárritu contó con un reparto de lujo, en «Babel» ha combinado gente corriente con estrellas como Cate Blanchet, Gael García Bernal y Brad Pitt en un papel sorprendente, pues, dice, «al asignar personajes siempre me gusta ir a la contra». A Brad Pitt no le costó nada convencerlo. «Fue un capricho porque sabía que iba en contra de los espectadores, pues nadie se esperaba de un actor heroico una interpretación humana». Pero no fue fácil: «Era como plantar una palmera en medio de un bosque de pinos» y hacer que la palmera no se notara. Pero debía dejar a un lado los prejuicios, porque «Babel» habla precisamente «del daño que provocan esos prejuicios». Ayudó mucho «rodar en un pueblo marroquí donde nadie le conocía», cuenta el cineasta, quien sí tuvo problemas para que aceptara Cate Blanchet: «Quiero rodar contigo, pero no un corto donde me paso todo el rato tumbada y ensangrentada».