Mieres, Aurelio ARGEL

Santi Caleya, veterano de la escena tradicional, habla del nuevo disco de «La Bandina», «13», que verá la luz a finales de mayo. «La Bandina» abre hoy en Mieres el festival Folixa na Primavera.

-«13» ¿no apto para supersticiosos?

-Si es por superstición también hay una preciosa pieza titulada «El guetu nigru» que puede gustar mucho.

-¿Evolución exponencial, como ocurrió con «De romandela» con respecto a su primer disco?

-Comenzamos como cuarteto a modo de bandina tradicional y podríamos decir que hoy por hoy somos una big-band tradicional; una «big-bandina».

-¿El público buscará un single tan demandado como el premiado «Na caleya»?

-Nadie contaba con este éxito. Hay que pensar que es una pieza que fue descargada por más de cincuenta mil personas en internet. Esto, para un grupo folk independiente y de limitadas actuaciones, es todo un lujo.

-Hablemos del contenido del nuevo disco.

-Éstos del grupo -ríe Caleya al decirlo- parece que quieren echarme. No les gusta que se incluya mucha gaita y ¡yo soy gaiteru! Hay gaita, por supuesto. Y temas asturianos reconocibles. Pero también saxofón, trompetas, trombones, percusiones, bajos eléctricos, bombardas y trabajo de fusión de los estilos en los que «La Bandina» suele recalar.

-Asturias, Bretaña, Este de Europa; ¿versiones propias o arreglo sobre lo tradicional?

-Inspiración en lo tradicional, mucho trabajo propio y arreglos detallados sobre piezas populares. En esto no cambiamos mucho. También incluimos «La danza Dixebra» hecha para el homenaje a este grupo en el disco compartido. Títulos humorísticos como «Gardélamoné» -así como suena- basado en tradición bretona y francesa; hay arreglos sobre temas del acordeonista belga Bruno Le Tron; un vals que antes citaba que tal vez se llame «Vals coxu»; una danza allerana; una larga bourée clásica repartida en dos tiempos; «El pumba» de la tradición asturiana; «Al pasar por el puerto», tan de casa; versión de «El Perlindango», no menos asturiano y una pieza que tal vez sea la que llegue más directa al público y que es una versión de «A la vera de Borín».

-Y a esto contribuyen notables colaboradores.

Está presente el maestro acordeonista bretón Alain Pennec, que hizo mucha amistad con Varela y que estuvo dispuesto desde el primer momento a aportar cuanto quisiéramos. Nos abrió su casa y su estudio y nos atendió espléndidamente. Además es un nombre muy respetado en la escena astur, donde ya actuó muchas veces. Está presente la fantástica «bagad» (banda de gaitas y percusión bretona) «Kevrén Alré» que grabó sobre nuestras melodías y también contamos con la impagable arpa de Frédéric Bougin, que da un matiz exquisito a las piezas en las que colabora. De casa, por ejemplo, si para el pasado disco contábamos con la voz de Anabel Santiago en esta ocasión la voz proviene del pop de «Pauline en la Playa» ya que colabora Alicia Álvarez en el vals.