San Francisco (EE UU), Paula GIL

Google solía ser la firma más codiciada para trabajar en Silicon Valley, pero Facebook se ha convertido en un imán para los nuevos talentos del sector y le está «robando» al buscador algunos de sus principales directivos. La red social Facebook anunció recientemente que Ethan Beard, ex director de medios sociales de Google, se incorporará a Facebook como director para desarrollo de negocio.

La marcha de este ejecutivo se suma a la de otros destacados «Googlers», como Sheryl Sandberg, responsable de ventas para los programas AdSense y AdWords, nombrada el pasado mes jefa de operaciones de Facebook. Antes, Benjamin Ling, ex responsable de producto de Google Checkout, y Gideon Yu, director financiero de YouTube, filial del buscador, abandonaron la compañía para ocupar cargos directivos en Facebook.

Hasta Josef Desimone, cocinero jefe de Google y famoso por contar con la mejor cantina de Silicon Valley, ha decidido pasarse a la red social en internet. Google se enorgullece de ser una de las compañías más solicitadas de Silicon Valley -recibe más de 100.000 solicitudes de empleo al mes- y de estar entre las cien mejores empresas de Estados Unidos para trabajar, según la revista «Fortune».

Ni Facebook ni Google han querido hacer comentarios. Cuando se conoció la marcha de Ethan Beard, el buscador se limitó a emitir un comunicado en el que lamentaba su marcha. «Aunque le echaremos de menos, contamos con los expertos necesarios para llevar a cabo nuestros objetivos», afirmaba la nota.

Con más de 60 millones de usuarios, Facebook es considerada por muchos el nuevo Google. Se trata de una empresa de enorme crecimiento que, aunque no cotiza en Bolsa, podría salir al mercado en breve, quizá el próximo año. Los expertos opinan que una oferta pública de acciones de Facebook podría convertirse en un acontecimiento bursátil que haría millonarios a muchos accionistas.

En octubre, Microsoft adquirió el 1,6 por ciento de Facebook por 240 millones de dólares, lo que valora a la compañía en 15.000 millones. En el otro lado, el descenso en el número de internautas que «pinchan» en los anuncios que publica Google y las dudas de los analistas sobre la capacidad de la firma para generar ingresos han llevado a las acciones a bajar un 35 por ciento en lo que va de año.

Las acciones del buscador marcaron su máximo de 747 dólares a finales de 2007, pero desde entonces no han parado de bajar y se han llegado a cotizar a sólo 413 dólares.