Oviedo, J. B.

Eran cuatro, aunque fueron recibidos con la pieza central de «Los siete magníficos». Fue un saludo de cine, para una tarde noche de cine proyectada en una espectacular gala de «Rumbo a la fama», que ayer se celebró en el auditorio de Oviedo. También fueron recibidos por el actor asturiano Arturo Fernández y un presentador de excepción para la ocasión: Agustín Bravo, que acompañó a la habitual conductora del certamen, Elena de la Fuente.

Se trataba de dar a conocer al ganador de una modalidad que se estrenaba este año, la de interpretación. Cuatro aspirantes discutían el «Woody Allen», que es la estatuilla (reproducción de la instalada en la calle Milicias de Oviedo) con la que se distinguió a los finalistas. Al final lo alto del podio fue para Nené Santos, una vallisoletana que conquistó al jurado, formado por los periodistas Tino Pertierra, David Serna, el director Ray García (presidente) y Andrés Presumido, con la interpretación de una escena del filme «Guantanamera». Como el resto de competidores tuvo de actor acompañanante a Buster del Campo. Más tarde, la futura actriz profesional dejó muestra de sus actitudes para la improvisación con un número de mimo. Lo uno y lo otro convencieron a los jueces que optaron por darle el primer premio en el estreno de esta modalidad. A la estatuilla de Allen, que también recibieron los tres finalistas se suman 4.000 euros en metálico como distinción al campeón.

Abrió el show Arturo Fernández. Se hizo de rogar en la salida a escena, en un número que ya empezó a divertir a la gente y que sirvió para medir la capacidad de improvisación de Agustín Bravo, que, entre tanto, se marcó las notas de «Chiki-chiki».

Isabel Fernández, Miguel Á. Serrano y Mariana Ayala, los tres finalistas junto a Nené Santos, tuvieron la oportunidad del entrevistar al actor asturiano, que les dio como principal consejo que empezaran desde abajo, habló incluso de la importancia de «barrer el escenario» si fuera necesario. Una pregunta de cada uno para Arturo Fernández y de cada una salió algún golpe humorístico «de la casa».

A partir de ahí se fue ordenando la gala con el protagonismo absoluto de los actores. Y, si la ganadora paseó, por una escena de «Guantanamera», Isabel Fernández lo hizo de forma muy sólida por los turbios terrenos de Tarantino emulando una tramo de la inolvidable «Pulp Fiction». Mariana tuvo en su pequeño plató un trozo de cine español, el de «Lucía y el sexo», filme de referencia del más reciente cine español.

Todos ellos constataron que sus aspiraciones para la escena se ajustan a realidad. Por ejemplo, Miguel Á. Santos se convirtió en bella mujer para atrapar al rico millonario de «Con faldas y a lo loco». Y para salpicar este primer tramo de la fiesta ya se disfrutó de una primera actuación, la de la cantante Marta Pérez.

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